La asociación de inmigrantes Todos Iguales Todos Legales fue la primera que alertó a la policía de lo que estaba haciendo el búlgaro detenido, según la presidenta de esta asociación, Silvia Moyano. Ella misma denunció personalmente en octubre de 2003 que Emil Todorov estaba procediendo de esta forma. El se acercó a la asociación "e intentó congratularse, ninguno de los que venían con él sabía ni español ni inglés, pero como había gente en la asociación que conocía su idioma contactamos con ellos y nos fuimos enterando de que les cobraba dinero, incluso les cobró comida de la que reparte Cruz Roja".

Desde este colectivo se le hizo un seguimiento, "le avisamos de que si lo volvía a hacer lo denunciariamos, pero él hizo caso omiso a nuestras amenazas".

Silvia Moyano explica que también dio cuenta de ello a la Delegación del Gobierno, y que los mismos búlgaros colaboraron con la Justicia, declarando y aportando pruebas.

En estos momentos, la asociación está ayudando a los búlgaros engañados en la formalización de los trámites para regularizar su situación y en la búsqueda de un empleo, "porque son víctimas que han recibido un trato ilegal". Moyano aseguró que tanto en el caso de los rumanos como en éste la asociación se ha enterado antes que la policía.