Ni la lluvia ni la ausencia del bailaor El peregrino y de la guitarra de El Nene impidieron que los gitanos de la barriada de El Gurugú celebrasen la fiesta anunciada con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano.
Un grupo de gitanos, en su mayoría niños y mujeres, utilizaron la sede del Centro Social de El Gurugú, en lugar de la plaza de La Rana, como estaba previsto, debido al mal tiempo, para conmemorar este día que todos los gitanos del mundo celebran el 8 de abril.
Aunque por diversas circunstancias fallaron El Peregrino y El Nene, artistas locales que iban a actuar en esta fiesta, sí se celebró la actuación de baile de los niños de los talleres del centro social, que estuvieron acompañados por algunos gitanos viejos, como la Tita Emilia, que enseñó a los más pequeños algunas palabras en caló.
El objetivo de este encuentro, según Fefi Moreno Vargas, la mediadora social del centro, es intercambiar algunos aspectos de la cultura gitana que tiene una gran presencia en este barrio, ya que la mayoría de los vecinos de El Gurugú son de esta etnia.
LA INTENCION "Se pretende rememorar nuestros orígenes y a nuestros antepasados, que durante siglos fueron nómadas y errantes, y con este recuerdo queremos rendirles un homenaje", señaló. En su opinión, es necesario que los jóvenes conozcan las vivencias de sus antepasados.
En este sentido advirtió del peligro de que se pierda la historia de esta etnia, "ya que al no existir una tradición escrita, sólo oral, se puede perder, se dice que cada vez que muere un gitano se pierde un poco de la historia de este pueblo", explicó.
La fiesta se centró en la música y el baile, porque, "el gitano se expresa mejor cantando y bailando que hablando", recalcó Fefi Moreno.
Para la Tita Emilia, pacense de 77 años,"la vida de los gitanos de ahora ha cambiado mucho, ahora somos todos, payos y gitanos, más iguales". La mujer, que se casó con un payo, reconoció que "siempre me ha tirado más la costumbre y la forma de ser de los payos". En este sentido animó a "no tener miedo a mezclarse" y reconoció que "el secreto está en quedarse con lo mejor de las dos culturas".
