Las paredes de sus pasillos son de piedra sobre piedra. En el fondo de uno de ellos se abre una oscura cueva de la que sale un gran dragón con la boca en llamas. En la mazmorra habilitada bajo la escalera, un esqueleto recuerda el castigo que recibió y lo que antes eran ventanas transparentes se han convertido en cristaleras de colores. En el colegio público Nuestra Señora de Bótoa han trabajado mucho lo que va de curso para reconvertirlo en una fortaleza medieval, que sirve de escenario para el tema central sobre la conquista cristiana de Badajoz, después de que el año pasado tratasen la fundación de la ciudad. Con la particularidad, este año, de que han podido pintar las paredes, dado que es el último en las actuales instalaciones, según apunta la directora, Emilia Ramos. El próximo lo iniciarán en el nuevo edificio.

El proyecto parte de la biblioteca y lo decide la comisión de coordinación pedagógica. En torno al tema Badajoz, una ciudad del Reino de León giran actividades que se organizan en todos los ciclos, sobre todo el proyecto Lector (el colegio ha recibido este año el premio de Fomento de la Lectura), pues la selección de los títulos de los libros que leen los escolares ha tenido que ver con la Edad Media, hadas y dragones, castillos y caballeros, siempre adaptados al nivel de los alumnos.

Los escolares de Infantil y del primer ciclo, cuyo edificio está en la calle Cordero, han preparado un mercado medieval en la primera planta, con frutas y mercadería de plastilina y la planta baja se ha decorado como el interior de un castillo con su mazmorra. En muchas de las actividades han colaborado las familias, como en la búsqueda del escudo heráldico de cada apellido.

En el edificio del segundo y tercer ciclo, en la calle Stadium, el pasillo es un aposento regio, donde permanecen sentados en sus tronos dos figuras monárquicas que originariamente fueron los dos Marimantas, salvados del fuego porque los bomberos no tenían forma de acceder a las instalaciones debido a las obras del nuevo centro. En la misma estancia, vigilada por dos armaduras de cartulina, han colocado armas de la época, estandartes y una lámpara propia de un castillo. El tema de interés también tuvo su traducción en Carnaval y todos los niños se disfrazaron de la época. Con los alumnos del tercer ciclo, uno de los profesores ha trabajado una historia sobre la etapa cristiana de Badajoz y también se está preparando un programa de radio.

Aprovechando el decorado, durante la semana cultural que celebró el centro, los niños prepararon danzas medievales y representaron una obra de teatro. Por los pasillos aparecían personajes de cuentos que se habían perdido y los alumnos tenían que encontrar a qué cuento pertenecían. Con estos escenarios se despedirán de unas paredes que han sido testigos de medio siglo de historia.