La técnica más novedosa contra el dolor crónico es "invasiva" y consiste en la implantación subcutánea de un electroestimulador que emite impulsos que interfieren otros dolorosos. Se aplicó por primera vez el pasado miércoles y fue "un éxito", según Manuel Jiménez, coordinador regional de la Unidad del Dolor, y el anestesiólogo Enrique del Cojo, que realizó la operación con María José Rodríguez.

Hasta ahora se había instalado electroestimuladores a nivel medular. El del pasado día 21 fue un implante "a nivel de sistema nervioso central, por una neuralgia occipital", a un varón de mediana de edad. La técnica que se aplica a un reducido grupo de pacientes. Ya está probada en España, pero hace poco que se ha adoptado como tratamiento válido de forma sistemática. Solo para pacientes que padecen dolores "y desesperantes que de este modo se alivian".

Los pacientes llevan el implante bajo la piel, pero inicialmente, la pila que emite los impulsos se coloca externamente. El enfermo la lleva de este modo unos 15 días y si ve que siente alivio, al menos con una disminución del 50% del dolor, en una segunda intervención se le coloca la pila interiormente.

Los anestesiólogos del Infanta realizaron la operación con el seguimiento del jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Puerta de Hierro, de Madrid, el doctor Abejón, que asistió personalmente a la intervención.