En diciembre del 2008, en la ciudad residían, según el padrón municipal, más de 8.100 inmigrantes, entre comunitarios y no comunitarios. La cuarta parte son portugueses (unos 2.000), que son la colonia más numerosa seguida por la de brasileños; marroquíes y rumanos, según desglosó ayer Nuria Ferrero, técnico del área de Inmigración del Instituto Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Badajoz.

Una de las nacionalidades que año tras año incrementa su presencia en la ciudad es la brasileña --sobre todo mujeres--. El motivo es que, según Ferrera, Portugal facilita la entrada a estos ciudadanos que acaban que cruzan la frontera y se instalan en Badajoz, aunque "la mayoría trabaja desde aquí para empresas portuguesas", apuntó.

Desde principios de los 90, la población extranjera que vive en la ciudad ha ido aumentando hasta pasar de los apenas 1.500 inmigrantes empadronados en 1991 a los más de 8.100 del año pasado, que representan el 5,6% del censo del municipio.