La Asociación de Vecinos de El Gurugú volvió a abrir el comedor escolar y a organizar actividades en julio y agosto para cincuenta niños con riesgo de exclusión social. En esta edición ha recibido el apoyo de Caja Badajoz, Fundación Educo, Banco de Alimentos, Exasa y Panificadora el Nevero y la colaboración del grupo joven de los salesianos y del grupo Scout del Pedro de Valdivia.

"Lo importante es que se ha creado una red solidaria alrededor del proyecto que permite que salga adelante", afirma Ricardo Cabezas, presidente de la Asociación de Vecinos de El Gurugú y alma altruista del proyecto de comedor escolar. Se trata de una idea pionera en Extremadura que se empezó a gestar hace tres años y que este verano atiende a niños de El Gurugú, Los Claveles, La Luneta, Colorines y Grupos Sepes. Además de los niños del programa, 25 más se encuentran en lista de espera.

Este año, los chavales podrán disfrutar de un buen número de actividades, desde competiciones deportivas hasta visitas a las oficinas de la policía o la Guardia Civil. Y, lo más importante, un desayuno y una comida diaria. "Ojalá no hubiera que hacerlo. Cada año que terminamos el proyecto del comedor pensamos en el mismo objetivo; que no se tenga que abrir más", dice Cabezas, que también destaca que nunca han necesitado el apoyo de ningún partido político ni de asociaciones del tercer sector.