El derribo de las doce viviendas municipales (conocidas como las antiguas casas de los maestros) situadas junto al colegio Santo Tomás de Aquino comenzó ayer aprovechando la vacaciones de Navidad de los escolares para no causar perjuicio a la actividad del centro, según informaron fuentes municipales. La Junta de Gobierno local aprobó el pan de seguridad y salud para su demolición. Además, se dio el visto bueno a un gasto de 31.673 euros para el cerramiento de la perrera municipal.