La escombrera de las Cuestas de Orinaza tiene los días contados. A mediados de octubre comenzaron los trabajos de compactación y sellado de los terrenos y las últimas semanas se ha incorporado una cuadrilla de media docena de operarios con equipos de protección para retirar el material contaminante (como el amianto). Ya han llenado una veintena de sacos de un metro cúbico. Sobre el terreno están trabajando dos excavadoras buldócer, que se dedican a nivelar y compactar y otra con una gran pala para recoger escombros, junto a dos grandes camiones.

Según ha explicado Julio Rodríguez, portavoz de la Plataforma Badajoz Sin Escombros, que realiza a diario un seguimiento de estos trabajos, además de nivelar se está sellando con tierra vegetal que reutilizan para cubrir los ripios. Rodríguez calcula que ya se ha compactado el 70% del terreno, sobre el que tendrán que seguir actuando. A este vecino le llama la atención que mientras se realizan estas tareas, todavía hay camiones que acuden a este lugar a verter ripios.

Rodríguez calcula que la obra terminará antes del plazo de 7 meses marcado por la Junta de Extremadura cuando la sacó a licitación, dentro del proyecto de Recuperación Ambiental del Área Degradada de las Cuestas de Orinaza, que forma parte del Plan Integral de Residuos de Extremadura (Pirex) para el periodo 2016-2020, que tiene como objetivo el sellado y la restauración de los vertederos ilegales de residuos de construcción y demolición. La Junta tiene previsto intervenir en 31 hectáreas, donde habilitará barreras físicas para evitar el acceso y que se viertan nuevos residuos, también se realizará la limpieza superficial y la retirada de ripios voluminosos y peligrosos y se acometerá, en una primera fase, la restauración topográfica de uno de los taludes de mayor impacto visual, de modo que se hará el desmonte y se rellenará y extenderá en la base el material acumulado.

Después se actuará en la totalidad del vertedero para la restauración topográfica general de las zonas degradadas, que incluye extender una capa de tierra, acondicionar viales, establecer una red de drenaje superficial y plantar una zona arbolada para separarlo de las viviendas colindantes. Julio Rodríguez apunta que se están «salvando» los árboles existentes, entre ellos dos palmeras, cuatro pinos, aligustres, encinas y cactus.

Esta actuación se desarrolla mediante un convenio de la Junta con el Ayuntamiento de Badajoz, en el marco del acuerdo de la Consejería de Agricultura con las dos diputaciones para detección y evaluación de las zonas degradadas. El ayuntamiento pacense se adscribió en abril del 2015 y presentó el proyecto de ejecución de la recuperación. En junio, la Junta aceptó la cesión temporal de los terrenos para la ejecución de las obras, que se pospusieron para que se ejecutasen con el siguiente programa operativo europeo 2014/2010 y no correr el riesgo de perder la financiación, según explicaron ayer fuentes de la consejería. El proyecto inicial fue revisado tras las quejas de la asociación de vecinos por la presencia de amianto, ya que no se había contemplado su retirada. El expediente se reactivó en octubre del 2016 con los cambios incorporados y las obras se licitaron en enero del 2017. Se adjudicaron a Araplasa por 423.939 euros. Los trabajos han comenzado con la limpieza superficial de los terrenos y los movimientos de tierra.