La tradición islámica establece que, tras la muerte, los musulmanes deben ser enterrados en la tierra. El cuerpo, desposeído de toda indumentaria, es envuelto en unas sábanas, y se pone en contacto con la tierra.En Badajoz, la comunidad islámica, integrada por cerca de medio millar de personas, carece de un lugar donde enterrar a sus miembros, por lo que el representante de esta comunidad, el imán Addel Mohamed Majjar, reivindica un cementerio musulmán.

Para tratar este asunto, Addel Majjar ha mantenido varios encuentros con responsables municipales, que apuntan a la normativa sanitaria, que impide este tipo de enterramientos.

El imán asegura que hasta el momento nadie le ha negado nada, pero desea que esta demanda sea atendida por la administración autonómica. El portavoz municipal del PSOE, Moisés Cayetano, ha mostrado su colaboración para trasladar esta petición a la Junta de Extremadura.

Esta reivindicación, según explicó, es un derecho reconocido en España, donde el gobierno suscribió un acuerdo en noviembre de 1992 con la Comisión Islámica en España. En él se reconoce "la concesión de una parcela reservada para los enterramientos islámicos en cementerios municipales, así como el derecho a poseer cementerios islámicos propios, con las reglas tradicionales islámicas".

El imán considera que no de ben existir impedimentos para conseguirlo, puesto que en muchas ciudades españolas, como Sevilla, Granada o Madrid, hay cementerios musulmanes.

RECURSOS ESCASOS Cuando en Badajoz muere un musulmán hay que trasladar su cuerpo a estas ciudades, "pero no siempre es posible porque la comunidad islámica pacense es muy humilde y carece de medios económicos para afrontar ese coste", según Addel.

Hace unos meses, recuerda, falleció un niño musulmán en el Hospital Infanta Cristina y como su familia no tenía recursos suficientes para el traslado del cadáver tuvo que ser enterrado en un cementerio cristiano.

El imán cree que sería suficiente con habilitar una pequeña parcela junto al Cementerio Nuevo para los enterramientos musulmanes.

En Badajoz la comunidad musulmana ha crecido en los últimos años ante la llegada masiva de saharauis, a los que se puede ver frecuentando la mezquita. Además de su función religiosa y espiritual, la mezquita juega un papel social muy importante, atendiendo a los fieles en aquellas cuestiones que más lo necesitan, según Addel Majjar, quien trabaja por la integración de su comunidad y la construcción "de un islam moderno de acuerdo con la sociedad española".

Si en algo se diferencia la comunidad musulmana de Badajoz de otras es en la diversidad de sus miembros. Argelinos, paquistaníes, senegaleses y saharauis forman parte de ella, aunque la mayoría es marroquí.

POSIBLES SOLUCIONES Por su parte, Moisés Cayetano, que ya conocía esta reivindicación, se ha ofrecido a mediar en este asunto para que esta demanda obtenga alguna respuesta.

En su opinión, "hay que dar una solución a las necesidades que plantea la inmigración y la presencia musulmana cada vez es mayor en nuestra sociedad".

El concejal cree que no será complicado. "Sólo hay que hacer cerramientos especiales en las tumbas con el fin de evitar filtraciones que puedan contaminar el subsuelo".