El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, ha visitado este viernes, las obras por las que se ha dotado a la plaza Minayo de plataforma única, unas mejoras que el primer edil ha recordado que se han concluido antes de plazo y que ha calificado de "atrevida modificación".

Celdrán ha recorrido las nuevas dotaciones públicas de la plaza acompañado de los arquitectos del proyecto y parte del equipo de gobierno local y ha manifestado que una vez concluidas tiene que "reconocer" que el conjunto es "del gusto de los vecinos" y "ofrece comodidad" en el paso del paseo de San Francisco hasta la Alcazaba con plataforma única.

El alcalde ha indicado que se ha puesto "toda la ilusión" en este proyecto, al que se han destinado cerca de 1,2 millones de euros, y que sirven, junto a otros proyectos para "transformar" la ciudad "poco a poco" e ir "adaptándola a los tiempos modernos".

Las obras

La intervención se ha llevado a cabo en una superficie total de 3.610 metros cuadrados, de los cuales, 2.780 son superficie paseable, acabada en dos tipos de granito, uno de color gris procedente de Quintana de la Serena, y otra variedad de color negro, el mismo que ya conforma la Plaza de San Francisco y propone su continuidad en la de Minayo, extraído de las canteras de Villar del Rey, ambas localidades pacenses, que pesa en total el equivalente a "90 elefantes".

Las zonas ajardinadas y la fuente ornamental se delimitan con una topografía dinámica y de geometría orgánica, naturartificial, también de piezas de gran formato de granito Gris Quintana en un máximo de tres alturas, permitiendo sentarse tanto a niños como a mayores. Estas zonas de jardín ocupan una superficie total de 500 metros cuadrados y la fuente, unos 30 metros cuadrados.

Se han colocado 2.500 flores de temporada para "vestir" de feria a la plaza, ha comentado el alcalde, en espera de poder hacer plantar de forma definitiva sobre el mes de noviembre, y se han mantenido los dos cedros de gran porte y las cuatro palmeras que ya estaban en el lugar.

En la escultura de Moreno Nieto, que preside la plaza, se ha rehabilitando la rejería de forja de su base, proyectada por el arquitecto Vaca hace más de un siglo, limpiado la base de piedra caliza blanca y reponiendo las leyendas conmemorativas de bronce, que vuelven a leerse adecuadamente.

Además de la topografía de granito, se han colocado 10 sillas de madera de Iroko y acero al carbono galvanizado y pintado, en grupos de 3 y 2 sillas, colocadas a la sombra, para favorecer la conversación y el descanso en este "salón urbano".

También se han colocado once papeleras de color gris, con el escudo de Badajoz, las mismas colocadas en la renovación del centro, Plaza de la Soledad o calle Menacho, y las farolas de la plaza son las mismas que las del Paseo de San Francisco y la calle del Obispo, favoreciendo la continuidad del recorrido peatonal del Casco Histórico.

Tanto en estas luminarias, como en las farolas de Pedro de Valdivia, del mismo modelo que en la avenida de Europa y calle Mayor.

La obra también ha servido para proporcionar tecnología led al balizamiento bajo los bancos de piedra y la iluminación decorativa, e interactiva de la fuente, que permite un ahorro energético 90 veces superior a lámparas de fluorescencia de bajo consumo.

Junto a la jardinería, quedará pendiente proceder a pintar la fachada del Teatro López de Ayala y ubicar un proyector frente a la misma para usarlo en "eventos que sea recomendable", ha indicado Miguel Celdrán.