Volvió a subirse el telón del López. Volvieron los aplausos y los nervios, pero también decepciones. Volvieron, por fin, los temas de actualidad pacense. Parece que habrá resaltes de Sinforiano una temporada todavía. El Concurso de Murgas del Carnaval de Badajoz vivió ayer su primera jornada de preliminares y lo hizo con tres agrupaciones buenas y otras tres que lo tendrán difícil para volver a subirse a las tablas del emblemático teatro pacense. El peligro de las dos velocidades...

Abrió el COMBA 2017 Los Callejeros y su tipo de hombres lobo. Un forillo bonito y un disfraz trabajado no resultan suficientes para salvar la actuación de estos debutantes. En la presentación anunciaron que llegaban "sin pelos en la lengua", pero tuvieron un repertorio entero para demostrarlo y no lo hicieron. Primer pasodoble a los amores de los murgueros, segundo a la donación de órganos (bonito el tema, mala la puesta en práctica). Sus animados cuplés y su popurrí con continuas referencias al tipo, no les dará, salvo sorpresa inesperada y mayúscula, para pasar de ronda.

Pixa a la Fulaneska y sus Flautistas de Hamelin recogieron el testigo. Y mejoraron la noche notablemente. La presentación fue ya una declaración de intenciones: han llegado para llevarse las ratas de la ciudad: a los políticos que roban, a los caciques. Las alusiones a la capital pacense fueron constantes, como la del eterno derribo del cubo en el primer pasodoble. En el segundo reivindicaron lo extremeño. "El arte y la historia no tienen disfraz", cantaron. Los cuplés (salió el a relucir el famoso caranchoa y seguro no será la última vez) y el popurrí éste cargado de acontecimientos importantes del pasado año (Brexit, Trump, Fidel Castro...), no desentonaron. La pena: en algunos episodios se les escuchaba regular. El sonido este año no convence a todos...

La última murga en actuar antes del descanso, 'Los irresistibles de A Contragolpe', se presentaron como galanes que reparten rosas, perfumes y hasta condones. "Por si acaso", dicen. Lo cierto es que ayer sí ligaron con el López. La letra de su segundo pasodoble fue lo más sentido de su actuación. "Reflexiona cómo tratas al que viene de fuera porque un día te puede pasar a ti". Letra a la inmigración. El primero, a los abuelos, no fue bueno. Después se soltaron la melena y desplegaron un sinfín de recursos y de chascarrillos. Prometieron que, a un descuido, te roban la novia. Bueno, la simpatía del teatro sí la robaron. Veremos si les da para llegar a la final. El año pasado se quedaron a las puertas...

El final del descanso trajo consigo la peor actuación de la noche. No es que Krma no suene muy bien, que no lo hace desde luego, sino que ayer no acertaron ni con el tipo. Iban de divas de la ópera, aunque podrían haber pasado por 'Susis de Cerro de Reyes' o por 'Las peluqueras de San Fernando'. No se entendió, simplemente. Lo mejor de su repertorio: los temas de los pasodobles. Un mensaje bueno pero mal dado, y ya se sabe lo que hace el López, o el jurado, con los mensajeros que no gustan... El público no se animó ni con la marcha Radetzky del popurrit. La actuación de Krma no pasará a la historia... ni a semifinales.

Las chicas de 20 D Copas, debutantes ayer en el concurso, se encargaron de hacer olvidar a Krma. Su propuesta: recrear un monólogo del mítico Gila en televisión y hacerlo con pasodobles, cuplés y estribillos. Hacerlo murguero, en definitiva. Y también pacense, porque tuvieron para Fragoso, para los resaltes de Sinforiano, para el camalote... En el popurrí se animaron hasta a cantar por sevillanas. Pero era la primera vez que pisaban todas juntas las tablas del López y se las vio nerviosas. Fallaron, incluso, en algunas letras. Y acertaron en detalles, como en poner a una traductora al lenguaje de signos. En resumen, podría haber sido peor, pero también mucho mejor. Lo tienen difícil para pasar.

Los pelotas de Los Mirinda cerraron la primera sesión de preliminares y dejaron buen sabor de boca. Un buen regustillo. Su propuesta: un jefe al que todos sus empleados adulan hasta límites insospechados ("qué bien te huelen los pedos, jefe"). Fueron claramente de menos a más. La presentación es muy al tipo, pero poco punzante ni ingeniosa. En el segundo pasodoble alcanzaron el culmen: en medio de una letra de la Semana Santa, dos pelotas cogen al jefe y lo llevan, al son de la música, como si fuera el mismo Cristo de la Fe. En el popurrit desvarían tanto que resulta divertido. Tiene pinta de que volverán al López.