El joven David López Noguera, de 21 años, ha sido considerado culpable por los magistrados de la sección primera de la Audiencia Provincial de Badajoz, de haber matado a su hermano Isaac, de 19 años, y herido a su madre, Ana María, con un cuchillo de cocina de 11 centímetros de hoja, en un suceso ocurrido a las 7.30 de la mañana del día 8 de marzo del año 2003, en el domicilio familiar, sito en el barrio de Suerte de Saavedra.

El tribunal ha condenado a David López a penas que suman 11 años de prisión en total, tras haberlo considerado culpable de dos delitos, uno de homicidio, por la muerte del hermano, por el que la pena es de siete años y seis meses, y otro de homicidio intentado, por la agresión a la madre, cuya pena asciende a tres años y seis meses.

Asimismo, impone la inhabilitación especial del derecho de sufragio durante el tiempo de condena, para el que le será validado el tiempo que lleva ingresado en el Centro Penitenciario Provincial de Badajoz.

La pena impuesta no contempla indemnización económica alguna, a la que habrían tenido derecho las víctimas y sus familiares, toda vez que que no ha habido acusación particular en este caso, por haberlo rechazado tanto la madre, como el padre, guardia civil de profesión. Ambos aceptaron declarar en la vista oral, a pesar de que podrían haberse negado a ello como les informó el presidente de la sala, y en sus testimonios manifestaron que no acusarían "porque hemos perdido ya a un hijo y no queremos perder al otro".

Igualmente renunciaron de forma expresa a cualquier compensación económica que les pudiera corresponder.

CONCLUSIONES El fallo del tribunal se corresponde con la petición hecha por el fiscal en sus conclusiones definitivas, y al que se adhirió la defensa tras modificar las suyas provisionales.

En los fundamentos jurídicos de la sentencia, el tribunal declara probados los hechos citados, que la madre pidió la intervención de su hijo Isaac ante la agresividad de David, y que éste fue a la cocina cogió un cuchillo y lanzó puñaladas con intención de causar la muerte, lo que ocurrió en un caso y en el otro, sólo causar heridas, que requirieron 223 para curar y dejando importantes secuelas. Y señala a David como autor y responsable criminalmente de los mismos, si bien entiende que actuó bajo los efectos de la ingestión de una alta cantidad de cocaína y de whisky.

David se reconoció autor de los hechos en el juicio, y cuando el presidente del tribunal le preguntó si tenía algo que añadir, antes de dejarlo visto para sentencia, afirmó que "he perdido lo que más quería".