La Audiencia Provincial de Badajoz ha condenado en firme --salvo recurso de aclaración-- a Alejandro G. S., a 11 meses de prisión al encontrarlo culpable de un delito continuado de estafa en grado de tentativa, por los hechos ocurridos desde mediados del 2001 hasta el 2003.

En esa fecha se encargó, junto con su esposa, de cuidar a una mujer de 85 años, Rafaela, que convivía con tres hermanas de 87, 92 y 97 años, a cambio de 150.000 pesetas mensuales, en la población de Valencia de Mombuey. Cuando falleció una de ellas, la mujer puso el nombre del cuidador en dos cartillas de ahorro, junto al suyo.

EL NOTARIO El acusado llevó a la mujer al notario para que cambiase el testamento a su favor, tras la muerte de otra hermana, lo que no logró porque el fedatario no apreció suficiente capacidad en la otorgante. No obstante, logró en julio del 2002 ser el heredero universal.

Asimismo, Alejandro G. S., intentó hacer un traspaso de 12.000 euros de una cuenta de Caja Extremadura a otra propia, pero dada la cantidad, el director de la entidad preguntó por teléfono a la titular y ésta manifestó desconocer dicho traspaso, así como que ella sólo firmó una autorización para disponer de pequeñas cantidades.