G. P. pasará los próximos 24 años en la cárcel por asesinar a Mirela Gheorghe y 9 meses más por quebrantar la condena. Así lo ha decidido hoy el juez tras el veredicto del tribunal popular, que le consideró culpable de asesinato, al apreciar que hubo alevosía y ensañamiento, además de las circunstancias agravantes de parentesco, nocturnidad y violencia de género. No se han apreciado los atenuantes propuestos por la defensa: embriaguez, confesión y arrebato u obcecación.

La muerte de la joven de 21 años, expareja del asesino y madre de sus dos hijos, se produjo en la madrugada del 7 de enero de 2016 en el paraje del pantano de Alange.

Durante el juicio, G.P. reconoció el crimen y, con rotundidad, afirmó que «sí, fui yo, pero no era mi intención». En aquel momento, el condenado admitió que golpeó a la víctimas en dos ocasiones con una botella de whisky y después con una piedra, si bien afirmó que no fue el autor de las 43 heridas y lesiones que presentaba su cuerpo cuando fue rescatado del agua, pues la muerte le sobrevino por ahogamiento.