El juicio seguido la mañana de ayer en la sala de vistas de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Badajoz, contra M. T. T., que fue acusado de un supuesto delito de homicidio en grado de tentativa, y contra F. R. R. como cooperador necesario, quedó visto para sentencia. La vista oral de la causa concluyó poco después de comenzar, tras una breve declaración y admitir ambos los hechos por los que se sentaron en el banquillo. Previamente, sus abogados defensores asumieron la calificación y el relato de los hechos del fiscal, con una rebaja de las penas propuestas en sus conclusiones provisionales.

De este modo, el primero, para quien el fiscal pedía nueve años de prisión, fue condenado a cinco por el delito mencionado, mientras el segundo, para quien se solicitaban 7,5 años de cárcel por cooperación necesaria con el anterior, salió con una multa de dos meses a razón de 12 euros diarios por una falta de lesiones.

El juicio prescindió por tanto de otros testimonios, incluso de la declaración de la víctima, E. V. V., que no se hallaba en el palacio de justicia, pues había solicitado al tribunal declarar por videoconferencia desde la prisión en la que se encuentra cumpliendo condena en la actualidad y que el fiscal no precisó.

Los hechos que se juzgaron ayer en la Audiencia tuvieron lugar en un patio del centro penitenciario de Badajoz en diciembre del año 2005, en dos fases.

PRESOS FIES Los dos acusados, que siguen prisión aunque no en la de Badajoz --M. T. T. está en la de Valladolid--, ni por estos hechos, son considerados presos peligrosos y figuran en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES), según el fiscal que llevó la causa.

En la primera fase, consta que ambos asediaron y agredieron en el patio a E. V. G., del mismo módulo, que a su vez había matado a un interno conocido ´El Mataviejas´, en otro centro penitenciario.

Según el fiscal, sin embargo, no consta que en esos momentos se asestaran las ocho pinchazos que recibió la víctima: siete que le produjeron cortes en las manos y cuello, y una más en el hemitórax izquierdo le afectó a la pleura y que fue considerada por los médicos como una lesión mortal de necesidad, si no hubiese recibido tratamiento quirúrgico inmediato.

La víctima huyó hacia una sala cercana al patio, la de televisión, donde ya sí se tiene constancia de que M. T. T. le propinó las puñaladas con un pincho carcelario. E. V. G. estuvo ingresado en el hospital ocho días y tardó otros 40 en curar las heridas.