A seis meses de prisión ha sido condenado en firme --y de conformidad entre las partes-- Rafael Mayo, como autor penalmente responsable de un delito de estafa, teniendo en cuenta la atenuante de drogadicción, por la sustracción de 2.975 euros en total, en enero del 2006.

El dinero fue sustraido de una cuenta corriente de la que era titular la hermana de la persona con la que perpetró el delito, en una oficina del BBVA.

Según consta en los hechos probados de la sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Badajoz, el ahora condenado, de acuerdo con Daphne Irune, quien ya fue condenada por estos hechos en sentencia de conformidad por el Juzgado de lo Penal 1, acudió a la oficina del citado banco BBVA, sita en la avenida de Carolina Coronado, en Badajoz, donde ésta solicitó un reintegro de 100 euros de la cuenta de su hermana fingiendo ser ella la titular.

Además, Daphne firmó el reintegro del documento con el nombre de su hermana. Y al día siguiente, mientras Rafael Mayo vigilaba en las cercanías, obtuvo otro reintegro de 2.875 euros. En esos momentos, el ahora condenado era consumidor de estupefacientes, por lo que tenía "sus facultades volitivas e intelectivas ligeramente disminuidas", según consta en el fallo judicial.