El comité de empresa de Tubasa, concesionaria del servicio de autobús urbano en Badajoz, ha decidido convocar ocho días de huelga en los autobuses que recorren la ciudad, ante el retraso de las negociaciones del convenio colectivo que, según los miembros del comité (todos ellos del sindicato UGT) se viene negociando desde hace 8 meses y en los 3 últimos solo ha habido "silencio" por parte de la empresa. Los días de huelga serán el 31 de octubre y el 2, 6, 7, 14, 20, 21 y 28 de noviembre, 24 horas.

Los integrantes del comité de empresa y representantes de UGT anunciaron ayer en rueda de prensa que van a movilizarse para reivindicar un convenio que "se equipare al resto de las comunidades y que se encuentre dentro de los parámetros que marca la ley y no ajeno a la misma, como ocurre en la actualidad", según dijo Nicolás Romero, responsable de la sección de Transporte de Carretera y Urbano de UGT.

Como respuesta, el gerente de Tubasa, Julián Pocostales, señaló que respeta la huelga como un derecho de los trabajadores pero no entiende que en 17 años que lleva al frente de la empresa jamás ha habido ningún conflicto laboral y ahora se produzca coincidiendo con un cambio de actitud en el sindicato. En concreto, se refirió a que ha cambiado un asesor de UGT.

La plantilla de Tubasa en Badajoz está integrada por 90 empleados, en su mayoría conductores y en la última asamblea, el 60% apoyó la movilización. Pocostales pidió el mismo respeto al 40% que no apoya la huelga, porque se teme que los días de paro habrá piquetes.

REIVINDICACIONES El sindicato denuncia que se producen contratos en fraude de ley y existe un exceso de jornada debido a las horas extraordinarias, que en parte no se cotizan. Pocostales replica que si es así lo denuncien en la Inspección de Trabajo porque afirma que ya lo han denunciado y no le han levantado ni un solo acta.

En cuanto al salario, UGT asegura que el sueldo de un trabajador de Tubasa es de 900 euros y que la empresa solo ofrece una subida salarial del 0,2, mientras que ellos aspiran al IPC más un punto. Nada que ver con lo que cuenta Pocostales, quien asegura --y dice poder demostrarlo "a quien sea y en el sitio que sea"-- que un conductor de Tubasa, recién entrado, sin ningún extra, cobra por trabajar 38 horas semanales 1.127 euros y remite al convenio colectivo de Tubasa, que está colgado en la red.

Según el gerente, lo que la empresa ha ofrecido es el IPC real más un 0,6, "que es la media de los convenios en Extremadura" mientras que UGT reclama --asegura Pocostales-- el IPC real más 7,2 puntos, que supone una subida del 10,79%, "y esto también se lo demuestro a quien sea".

FUERA DE CATEGORIA Los sindicatos mencionan además que muchos realizan trabajos que no se corresponden con su categoría profesional: los conductores tienen que repostar, hacer de mecánicos, limpiar el garaje, jardineros y otras labores y denuncian el incumplimiento en materia de prevención de riesgos laborales, con las butacas del conductor y las rampas de minusválidos, muchas de las cuales no funcionan. Pocostales contesta que está "al día" con el Comité de Salud e Higiene en el Trabajo.

En este contexto, los sindicatos apelan al amparo del ayuntamiento, pues es la concesión de un servicio público y creen que le corresponde velar por el cumplimiento de los descansos y el exceso de velocidad para poder cumplir el recorrido y así llegar a cada parada a su hora. Pero el gerente niega que los autobuses circulen a más de 50 kilómetros por hora, el límite en el casco urbano, y explica que si cada línea mide 6 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta y cada recorrido es de media hora, son 12 kilómetros por hora y afirma que los coches tienen limitada la velocidad a 60 kilómetros/hora.

Las centrales se pregunta adónde va la aportación del consistorio para cubrir el déficit y Pocostales recuerda que acaban de comprar 10 autobuses.