Seguro que los psicólogos estudian ya la situación actual. En cuestión de solo unos minutos puedes pasar del subidón consumista, al que te arrastran las luces y la decoración navideña, al más desolador de tus pensamientos cuando constatas las consecuencias que seguirá produciendo la crisis. Es para volverse locos.

Pero no hay mejor antídoto para el desconcierto y el desánimo que una buena noticia. Tanto es así que muchos pacenses han creído ver en los operarios de limpieza a verdaderos Papá Noel vestidos de verde fosforito y con escoba. Son casi los nuevos héroes de la ciudad.

El ayuntamiento y la empresa concesionaria no han podido escoger mejor momento para limpiar las calles de la ciudad.

Esos cepillos relucientes, la nueva maquinaria y el ánimo de los trabajadores, nos devuelven una ilusión similar a la de los niños que ya están pensando en la carta de los Reyes Magos. Y aún nos quedan por ver las anunciadas hidrolimpiadoras con las que prometen levantar los chicles incrustados en las aceras y unas potentes aspiradoras para las cacas de los perros. Menudo invento.

La asunción por parte de Fomento de Construcciones y Contratas del servicio de recogida y limpieza de la ciudad está siendo gradual; y aunque la impaciencia por un servicio largamente esperado haga surgir las críticas de los vecinos, pocos dudan ya de las ventajas de la privatización del servicio.

Pero además esta semana, sin ir más lejos, veíamos también como el gran centro comercial que Rodamco va a construir en Badajoz será una realidad dentro de unos años, con la generación de riqueza que su construcción y puesta en funcionamiento llevará aparejada.

Consuela ver como entre las muchas noticias que, casi a diario, nos llevan a recordar los estragos de la crisis, aparecen otras que nos devuelven el optimismo y la confianza en los gestores públicos y privados, que siguen trabajando para que no todos los proyectos se queden en el cajón.