Cientos de documentos administrativos de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura ardían ayer en una gran pira a escasos metros de sus dependencias, ubicadas en la carretera de Cáceres, frente a la Escuela de Ingenierías Agrarias. La quema de documentos por parte de esta consejería es una práctica que viene siendo habitual desde hace aproximadamente unos seis meses, según denunciaron personas del entorno, quienes reconocieron que la humareda se suele ver desde varios kilómetros.

Pero ayer la hoguera era más grande de lo habitual porque se destruyeron muchos documentos que pertenecían a campañas antiguas y habían prescrito. Entre los papeles que ardían se podían ver, según comprobó este diario, algunos impresos de la campaña 1999/2000, con datos personales de ciudadanos. Testigos presenciales aseguran que "eran diez palés enteros de cajas repletas de papeles".

Esta situación llevó hace tiempo a los empleados de la consejería en Badajoz, donde trabajan unas 300 personas, a recoger firmas en contra de esta práctica y para que se buscase una alternativa, "y lo apoyó el 90% del personal, sin embargo no se ha hecho nada. Ayer (por el lunes) se volvió a dar la orden de quemar los papeles", según declararon algunos de los trabajadores, que quisieron mantener su anonimato.

UN MAL EJEMPLO Al parecer, esto ocurre desde que hace varios meses la empresa Fumanchu dejó de prestar sus servicios en las dependencias de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente en Badajoz, aunque sigue ocupándose de la recogida del papel para su reciclaje en la sede de Mérida, según manifestó un funcionario, que calificó de "indignante" el ejemplo que, según él, está dando la institución encargada de velar por el Medio Ambiente en Extremadura. "Después del dinero que nos gastamos en campañas de reciclaje", señaló.

UN FUNCIONARIO Desde los servicios centrales de esta consejería, en Mérida, se dijo a este diario que "asumimos el error" y anunciaron que "no volverá a ocurrir". Agricultura aseguró que "esta ha sido la acción de un funcionario que ha decidido deshacerse de los papeles de esta manera, pero no ha habido orden de que la eliminación se hiciera de esta forma".

Según especificaron estas fuentes, "eran 75 cajas de documentos en archivadores de la A a la Z, copias de seguridad de documentos de los años 90 que contenían datos de ciudadanos que no podían estar al alcance de la gente". Aún así, la consejería reconoció que "en el resto de las dependencias de Agricultura se hace a través de convenios con empresas de reciclado que recogen cada 15 días el papel depositado en dos grandes contenedores".

La explicación de lo ocurrido en Badajoz apunta a la inexistencia de este servicio de recogida. "A la empresa que recogía el papel no le interesaban los desplazamientos a Badajoz por problemas de coste y por eso se está buscando otra empresa de la zona para contratar la recogida de papel de los servicios administrativos de la capital pacense".

Mientras se encuentra esa empresa, se ha decidido que el papel diario que generan estos servicios sea depositados por los empleados encargados de la Limpieza en los contenedores azules para el papel que hay en Badajoz, "que no es un volumen exagerado, y luego la empresa que se contrate para este cometido se ocupará de los volúmenes importantes de papel", según la consejería.