El matadero municipal de Badajoz tiene los días contados como servicio de gestión pública. No así las instalaciones, que seguirán funcionando, al menos eso es lo que pretende el Ayuntamiento pacense, pero mediante concesión a una empresa privada. El pasado viernes el Consejo de Administración del Matadero Municipal de Badajoz Sociedad Anónima acordó proponer a la Junta General de socios (que es el pleno de la corporación municipal) la disolución de la sociedad, lo que supone el primer paso para que ésta desaparezca, hecho que se producirá oficialmente cuando el pleno tome el acuerdo, decisión que adoptará presumiblemente en su próxima reunión, prevista para este lunes o el siguiente.

El concejal responsable del matadero, Alberto Astorga, ha confirmado a este diario que la idea es disolver la sociedad y que pase a ser una sociedad en disolución hasta que el ayuntamiento proceda al arrendamiento de los terrenos y de las instalaciones. "Se ha dado ya el paso y creo que es imparable. Podrá ir más o menos deprisa según las gestiones administrativas que haya que ir realizando, pero ya se ha empezado", señaló Astorga.

El Consejo de Administración lo preside el alcalde, el vicepresidente es Astorga, hay representación de los grupos políticos de la oposición y de personal técnico cualificado, como veterinarios y economistas.

La Ley 7/85 Reguladora de Bases de Régimen local establecía la prestación obligatoria para los municipios de más de 20.000 habitantes del servicio de matadero, pero el Real Decreto Ley 7/96 sobre medidas de carácter fiscal de fomento y liberalización de la actividad económica dio una nueva redacción a ese artículo suprimiendo el matadero como servicio obligatorio de los ayuntamientos. Es decir, desde 1996 el consistorio de Badajoz podría haber prescindido del servicio del matadero municipal.

El problema radica en que es una carga para las arcas municipales. Para no entrar en competencia con el sector cárnico de la provincia ni de la ciudad, en las instalaciones de Badajoz solo se hacen sacrificios y esta actividad no es rentable pues lo que genera beneficios en la industria de la carne es el envasado y la comercialización. Por eso desde que se creó el matadero siempre ha habido pérdidas. El equipo de gobierno lleva años anunciando la intención de disolver la sociedad, pero siempre que se mantenga la actividad en manos de alguna empresa que pueda estar interesada en alquilar las instalaciones para que siga funcionando y el personal permanezca, dos condiciones "fundamentales" que motivan esta opción, según recalcó el concejal.

El paso que se ha dado ahora "es el fundamental", señala Astorga, pues debe ser el Consejo de Administración el que proponga la disolución al pleno municipal. Posteriormente tendrá que salir el pliego de condiciones en el que el ayuntamiento ya, como titular de las instalaciones y de los terrenos, los pondrá a alquiler.

CONDICIONES El consistorio ya ha mantenido contactos con tres empresas que, en principio, han mostrado interés y en cuanto salga el pliego de concurso participarán. Astorga señaló que no hay ninguna con más opciones de hacerse cargo, sino que todas están en las mismas condiciones. Como requisitos indispensables, tendrán que mantener la actividad para dar servicio a los pocos entradores que hay en la ciudad, (tres o cuatro que llevan allí el ganado vivo para matarlo) y, al mismo tiempo, mantener los puestos de trabajo propios del matadero. No solo se dará prioridad a la creación de nuevos puestos de trabajo, sino también a las inversiones en I+D.

De la privatización de estas instalaciones se lleva hablando años. No se ha resuelto hasta ahora porque no se había tomado la decisión por parte del Consejo de Administración y se ha querido mantener la actividad, que continuará, aunque entre en situación de disolución, hasta que el empresario que consiga el concurso se haga cargo. En su día el concejal del área mencionó que todo el proceso podría estar culminado a finales de año.

En la actualidad la actividad del matadero es muy reducida en cuanto a volumen de sacrificios, y baja paulatinamente cada año. Las pérdidas en el 2007 rondaron los 300.000 euros. Siempre se ha hablado de que la infraestructura está sobredimensionada para los resultados finales que se obtienen.