La concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Badajoz, Cristina Herrera, anunció ayer que en estos días quedarán demolidas las últimas casas de las viviendas que la Administración local ha ido comprando en los márgenes del Rivillas y el Calamón.

Herrera explicó que todavía quedan unas 40 viviendas cuyos propietarios no han querido vender y sobre las que el ayuntamiento iniciará el procedimiento necesario para la expropiación, y recordó que el consistorio tuvo que hacer un esfuerzo para destinar 6 millones de euros a la compra de las casas afectadas por la riada.

La concejala dio estos datos tras la reunión de la Comisión de Urbanismo, en la que se aprobó el estudio de ordenación de volúmenes para construir 106 viviendas en el solar situado junto a la estación de Renfe, donde antes estaba el Centro Hermano.