En el riego de jardines públicos municipales, que disponen de contador, se usaron el pasado año 242.664 metros cúbicos de agua tratada, una cantidad importante "que debe ser reducida", según el concejal del Servicio Municipal de Aguas, Nicasio Monterde, quien cree necesario adoptar algunas medidas para atajar este consumo elevado.

En este sentido, reconoció que se estudia la posibilidad de que los jardines se rieguen por las noches o a primeras horas de la mañana y evitar así las horas más calurosas de la jornada, "en las que la evaporación es elevada y se pierde agua".

El horario, a veces, inadecuado del riego o el mal uso de los aspersores, ocasionan algunas pérdidas de agua, "ya que cualquiera puede manipularlos", según el concejal, que recuerda que en una vez llamó la atención a un vecino que utilizaba un aspersor para ducharse, así como "la cantidad de veces que la gente toca los aspersores y en lugar de regar los jardines están vertiendo el agua sobre la acera y la calzada".

OTRA ALTERNATIVA Nicasio Monterde se ha referido en otras ocasiones a la posibilidad de de regar con agua directa del río Guadiana, en lugar de utilizar agua tratada, aunque reconoció que esta medida requeriría una inversión muy elevada. Por ello, ve más viable regar por las noches o implantar "un sistema monitorizado de aspersores que permita programar y controlar el funcionamiento de éstos, de forma teledirigida".

La puesta en marcha de este sistema debe ser, según Nicasio Monterde, estudiada por el Servicio de Parques y Jardines "que debe ver su rentabilidad".

Para este verano se espera un incremento del consumo de agua en la ciudad del 24%, similar al del pasado verano, en el que se utilizaron en Badajoz 4.689.286 metros cúbicos, 907.988 más que en invierno. Estos datos facilitados por Aqualia, la empresa concesionaria del servicio, ponen de manifiesto que el consumo medio diario por persona en verano es de 365 litros, frente a los 294 litros que se consumen en invierno.

EL VERANO COMPENSA El incremento de agua en época estival se ve compensado con la salida de vacaciones, así como con el cambio de residencia a las parcelas y poblados de los alrededores, que no son abastecidos por Aqualia. El pasado verano se destinaron 82.698 metros cúbicos a las piscinas de la ciudad.

El concejal aseguró que pese a la sequía el suministro está garantizado, "salvo que el año que viene también sea seco, entonces habrá agua pero resultará más costoso tratarla".