La lucha de los vecinos que viven junto a la zona de bares de la Urbanización Guadiana empieza a dar sus frutos. A raíz del estudio sonométrico encargado --a petición de los afectados-- por el Ayuntamiento de Badajoz, el alcalde en funciones José Antonio Monago, acaba de firmar el decreto que propone la declaración de la Urbanización Guadiana como zona saturada por acumulación de ruidos, propuesta que se remite ahora a la Comisión de Actividades Clasificadas de la Junta de Extremadura, para que informe favorablemente.

Declarar la zona saturada supondrá, cuando entre en vigor, suspender durante tres años la concesión de nuevas licencias de las actividades consideras como causantes de la saturación y en los cambios de titularidad se podrán reclamar medidas correctoras estrictas. "Lo que se pretende --dijo Monago-- es acotar ya y que no vaya a más, para que se estabilice y vaya retrocediendo con el tiempo".

El decreto fue dado a conocer ayer por Monago y el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo. La decisión se basa en el estudio realizado por la empresa Eygeme, a partir del cual el Servicio de Protección Ambiental ha emitido un informe que propone la declaración de la zona como acústicamente saturada. Celestino Rodolfo apuntó que al margen de las restricciones que marca la ley, adicionalmente se pueden establecer otras medidas de las Administraciones, como controles policiales, para no permitir que la gente tome copas en la calle o la vigilancia estricta del cumplimiento de horarios. Según el estudio realizado, los causantes del ruido son 13 pubs ubicados en la zona. Monago apuntó que ya se están realizando controles policiales "muy estrictos" desde hace varios fines de semana. El informe de ruidos no solo hace referencia a las molestias de los establecimientos, sino a "viandantes hablando, cantando, tocando palmas, gritando, dirigiéndose hacia o saliendo de los locales, música de los bares, coches discotecas, gente saliendo y entrado en aparcamientos y tráfico".

LOS SABADOS Para realizar las mediciones, se establecieron en principio equipos de medición de ruido en tres puntos (dos en la avenida de Elvas y otro en la calle Castillo de Azagala) para determinar las franjas horarias y días en que se producía un nivel menor y mayor de ruido. Como resultado, se determinó que el momento de mayor ruido es la madrugada del viernes al sábado y el de menor, el martes. Según la normativa aplicable, cuando existe una diferencia mayor a 10 decibelios la zona está saturada de ruidos. Se establecieron entonces 16 puntos de medición (cada 25 metros de fachada) los dos días citadas y 13 arrojaron un resultado superior a 10 decibelios, es decir, más del 75%.

La propuesta del ayuntamiento incluye un plano de la zona declarada, que ocupa 100 metros con manzanas enteras en torno al espacio delimitado por las calles Castillo de Azagala, Castillo de Azuaga, Castillo de Villalba de Barros, Castillo de Rena y calle de Julio Cienfuegos.

Celestino Rodolfo aclaró que no es posible adoptar medidas cautelares mientras se declara la zona saturada, porque la normativa sectorial no lo permite.