Badajoz, 6 de abril de 1812: cuatro soldados el Regimiento de Infantería Británica The devils own participan en el asalto a las murallas de la ciudad y uno de ellos cae malherido con la pierna vilmente amputada. Este episodio de los muchos que acontecieron en Badajoz en la Guerra de Independencia, ha sido inmortalizado por Adolfo Ramos Esteller (Bilbao) a pequeña escala en el diorama que ha ganado el I Concurso Exposición de Miniaturas que con motivo del segundo centenario de este conflicto bélico ha convocado la Brigada Extremadura XI, con la colaboración del ayuntamiento y cuyos galardones se entregaron anoche en el Museo de la Ciudad, en presencia del alcalde, Miguel Celdrán, la concejala de Cultura, Consuelo Rodríguez Píriz y el general jefe de la Brigada XI, Casimiro San Juan.

El concurso abarcaba tres modalidades: dioramas, figuras y bustos y han concurrido once obras procedentes de Sevilla, Bilbao y Badajoz. Entre estos últimos está Máximo Aguado Mangas, que ha ganado el primer premio de bustos y el segundo de dioramas y el capellán coronel de la base de Bótoa, Luis Ramón García Guardado, que ha realizado dos bustos, que aunque son casi de tamaño natural, cumplen las normas de la convocatoria.

El capitán Juan Núñez, organizador del concurso, señaló que aunque no han concurrido muchas obras, algunas son de gran calidad. Entre los participantes destaca un diorama que la propia organización reconoce como "atípico", en cuanto a los materiales y métodos, pero aún así "muy original". Representa un pasaje de la Batalla de la Albuera y ha sido confeccionado por dos internos del centro penitenciario de Badajoz, José Manuel de Valle Mateos y Rafael Rábano Díaz. Como en la cárcel no está permitido utilizar metales, los autores han empleado materiales muy diversos para confeccionar la recreación bélica, desde miga de pan, a palillos de café, arena, pasta de modelar y madera reciclada con las que han realizado las figuras de manera totalmente artesanal. El diploma que han merecido fue recogido por el director de la cárcel, Carmelo Charfolé.

Esta afición --según algunos-- o verdadero arte --según muchos-- cuenta con muchos adeptos armados de paciencia. Observando el primer premio de figuras, un granadero del cuarto batallón de voluntarios de Sevilla en la Batalla de Uclés de 1809, realizada por Luis Miguel Rivera Giráldez, se aprecian infinidad de minúsculos detalles, desde los pies sucios tras la lucha hasta la barba de varios días. Tal y como pudo estar hace dos siglos, pero reducido a la mínima expresión.