La Audiencia de Badajoz juzgará el própximo día 16 de mayo a J. M. B. E., acusado de un supuesto delito de abuso sexual sobre un niño de 10 años, que habría sido cometido el 14 de junio de 2014, cuando inculpado llamó al menor para que acudiera a su domicilio, vecino de la casa donde vive la familia de niño, en Badajoz. El fiscal solicita una pena de 8 años de prisión y la defensa, la absolución del acusado al considerar que no hubo delito y que no fue su representado el autor.

El juicio por esta causa ya tuvo fecha de celebración, el pasado día 2 de febrero, pero se tuvo que suspender debido a la ausencia de un perito y de testigos por no haber sido citados en en la forma debida.

MINISTERIO FISCAL / Así, el Ministerio Fiscal mantiene en su escrito de conclusiones provisionales, que el acusado, «con ánimo libidinoso», llamó la atención del menor para que fuese a su casa, y que una vez en el interior, procedió «a enseñarle un vídeo pornográfico».

Considera que en esa situación, el adulto dirigió al niño hasta el dormitorio de la casa y una vez allí, «se tumbó en la cama junto con el menor, le bajó pantalones» y ropa interior; «mientras le seguía enseñando el vídeo» procedió» a tocamientos y movimientos compulsivos, como publicó este diario el pasado día 3 de febrero.

Tras describir las actitudes y gestos libidinosos, supuestamente realizados por el acusado, éste «se limpió y le dijo al niño que podía marcharse», según el relato de hechos de la Fiscalía.

Tras esa situación, el menor se dirigió a la casa de su familia y contó lo que le había sucedido a su hermano, «que a su vez se lo contó a su padre y a su madre», quienes presentaron la correspondiente denuncia. Además, el propio niño le contó los hechos a otro familiar, según consta en el informe del fiscal.

ANOMALÍA PSÍQUICA / Los informes forenses indican que el niño presenta «anomalías psíquicas, en forma de trastorno de hiperactividad, trastorno explosivo y está sometido a un fuerte tratamiento psicofarmacológico».

También que el menor padece un grado de discapacidad del 44% y que tiene «seria dificultad para la articulación del lenguaje hablado».

Consta, además, que un hermano del menor «también padece anomalía psíquica», consistiendo ésta en «trastorno de conducta, con discapacidad intelectiva leve, con un grado de discapacidad del 34%. Y se da la circunstancia de que los dos hermanos se encuentran tutelados por los órganos de protección de la infancia y la familia de la Junta de Extremadura.

La defensa -ahora figura un abogado distinto- negaba en sus conclusiones provisionales el relato de los hechos del fiscal y la acusación particular y considerando que «fue una denuncia «por referencias», y que «este procedimiento es una maquinación y falta a la verdad por parte de los padres del menor».