El presidente de la Diputación de Badajoz, Valentín Cortés, defendió ayer la legalidad de la obra de rehabilitación del antiguo Bárbara de Braganza y ante la amenaza de la Asociación Amigos de Badajoz de denunciar el caso ante la justicia, manifestó que "pueden ir a donde quieran, porque la diputación ha cumplido todos los trámites". Y preguntó si este colectivo prefiere que el edificio vuelva a tener uralita por techo.

Cortés señaló que "ese colectivo no denunció en el 2002", de iniciarse la obra, la existencia de "un gimnasio en la azotea" donde ahora hay una zona acristalada. Y mostró unas fotos en las que se aprecia la altura que tenía el gimnasio con un cierre de uralita.

El presidente de la diputación explicó que la obra cumple "todos los pasos estrictamente legales", con licencia del ayuntamiento "que cumplió sus deberes y modificó el plan general urbano para que se aprobara el cambio. Asimismo, recordó que la cristalera actual sube 40 centímetros la altura prevista para hacer visitable la zona donde han aparecido unos arcos del antiguo refectorio. Cortés señaló que ha quedado "demostrado que las obras han mejorado el estado del Bárbara de Braganza en relación con la situación anterior".