El Museo de Bellas Artes de Badajoz (Muba) expone durante los próximos dos meses en la sala abierta por la calle Duque de San Germán cuatro cuadros, dos de Felipe Checa y otros dos de José Caballero Villarroel, que tienen en común que son inéditos (uno de ellos colgaba en una pared del cuartel de Bótoa y otros dos en el ayuntamiento), y obras de almacén del propio museo. Además, son "cuadros de historia", como los definió ayer el director del Muba, Román Hernández, porque retratan situaciones históricas: Felipe II recibe a Luis de Morales y El testamento de Isabel la Católica de Checa y La visita de Hernán Cortés a Carlos V y Los comuneros de Castilla , de Villarroel. Dos son copias, una actividad habitual entre los artistas en su periodo de aprendizaje.

Además, son envíos de pensionado, pues los enviaron los autores a la diputación como contraprestación a la beca que estaban recibiendo y como control por parte de la institución. Hernández Nieves destacó que la pintura de historia obtuvo un importante desarrollo en la segunda mitad de siglo XIX y primeros del XX porque los artistas debían ganarse la vida y con este género tenían más opciones a premios y a que las instituciones comprasen sus cuadros para adornar despachos oficiales.