La Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) tiene una importante infraestructura en Badajoz, donde además de su sede territorial, cuenta en plantilla con 118 vendedores de los distintos tipos de cupones que comercializa en la actualidad, formando una red social y laboral en la que encuentran acomodo tanto invidentes --el 60% de los vendedores de cupones-- como personas con otras discapacidades --40%--, aparte de facilitar en otros casos el desarrollo de una actividad profesional o empresarial, bien adaptando los puestos de trabajo, o bien facilitando el inicio de pequeños negocios.

En la actualidad, uno de los elementos más visible de la organización, aparte de la figura del vendedor, es el quiosco de venta de cupones. Hay 40 repartidos estratégicamente en vías y plazas del centro y los principales barrios de Badajoz y con mayor paso de público. En ellos se ganan la vida 40 personas invidentes que cuentan al menos con las comodidades básicas para protegerse de la climatología adversa y con medidas de seguridad para el vendedor y sus bienes.

DIGNIDAD Junto a estos 40 privilegiados, pues de momento no es posible ampliar el número de quioscos, según el delegado territorial de la ONCE, Francisco Ordóñez, hay otros 78 que ejercen su venta a pie.

La organización es consciente de que en los quioscos "los vendedores pueden realizar la venta de una forma mucho más digna que estando en una esquina, y más en épocas de lluvias o cuando las temperaturas son insoportables", explicó.

Aunque de momento la ONCE considera suficiente el número de quioscos que tiene en la capital pacense, Ordóñez señaló que "esto también depende del ayuntamiento, en función de las licencias que nos autoricen una vez que nosotros solicitamos los quioscos, pero de momento no tenemos pensado solicitar ninguno más. A lo mejor, sí trasladar algún punto de venta a otro, por entender que el nuevo fuese mejor que el actual", señaló.

En su opinión, "no es viable que todos los vendedores tengan un quiosco, porque serían 118 y es imposible en Badajoz, aparte de que hay puntos de ventas de que se vende mejor en la calle que en los quioscos".

En cuanto a otro tipo de actividad para discapacitados, aparte de la venta de cupones, hay algunas de personas que trabajan en otras empresas o tienen un negocio por su cuenta, aunque éstos en menor medida.

TESTIMONIOS Fernando Caldeira, invidente, sustituto de titulares de quioscos para los periodos de enfermedad o de vacaciones de éstos, ejerce estos días su función en el de Fernando Calzadilla, que hace dos semanas fue derribado por un coche que se empotró contra él y cogió debajo a una mujer.

Caldeira explicó que "estoy aquí para sustituir al propietario, Eduardo Manuel, durante dos semanas". El no estaba cuando ocurrió el accidente, pero "sé que lo repusieron a los dos días". Detecta que la ventanilla no cierra del todo, pero asegura que está bien con el aire acondicionado. "La venta está regular --dijo--, vamos poco a poco".

Juan Antonio Forero Borrallo, conocido popularmente como Antonio el de los cupones, es vendedor de calle y tiene fama por su forma de cantar el cupón, algo que hace cada día en la esquina entre las calles Meléndez Valdés y Francisco Pizarro, desde hace 28 años.

"Antes se vendía mejor, con la peseta, pero con el cambio del euro la gente se recorta", afirma este experto vendedor. El no quiere quiosco pues "la venta en la calle se hace mejor porque el público te ve. Como ya me conocen, me encuentran en la esquina y la clientela la tengo fija de hace muchos años". Juan Antonio se jubila en diciembre.

La ONCE vende 5 millones de euros al mes en Extremadura, con el cupón diario, el Combo, el Dúplex, el del viernes, el de fin de semana y la instantánea.