Sacar la cultura gitana a la calle para facilitar un punto de encuentro entre vecinos gitanos y no gitanos, donde a través de juegos para los más pequeños, música y gastronomía se haga más visible lo que les une que lo que pueda parecer que les separa.

Este era el objetivo de tercera edición de la Muestra Cultural Gitana, que ayer se celebró en la plaza Alta de Badajoz. Los niños pudieron participar en el taller de los sueños --para conocer qué querían ser de mayores--; aprender algunos movimientos de Bollywood (baile hindú, ya que el pueblo gitano procede de la India); y practicar su destreza con las manualidades.

Para comer se sirvió potaje gitano (garbanzos con acelgas y bacalao). Con el estómago lleno, llegó la hora de la música con una juerga gitana.

"Cada vez hay más puntos de encuentro entre todos. La incorporación social del pueblo gitano es un hecho, aunque no se ha conseguido todo lo que se quería, y estas jornadas sirven para hacer más visible que existe ese punto de encuentro", valoró Víctor del Prado, técnico del Programa de Desarrollo Gitano del IMSS.

Esta cita lúdica cierra las XIV Jornadas Culturales Gitanas de Badajoz, organizadas por el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS), en colaboración con la Asociación Romís Calís Camelan Nakerar, en las que un año más la mujer gitana ha tenido un papel protagonista al ser las destinatarias de un encuentro en el que miembros de la Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias Amuradi han acercado su experiencia académica al colectivo pacense.