La Consejería de Cultura restaurará la cubierta de la iglesia de Santa María la Real, conocida popularmente en Badajoz como San Agustín. El anuncio de licitación de las obras lo publicó el Diario Oficial de Extremadura (DOE) el pasado día 5 de junio y en el mismo consta que el presupuesto es de 106.604 euros y con un plazo de ejecución de los trabajos de cuatro meses a partir de la fecha de adjudicación. El plazo para la presentación de oferta por parte de las empresas interesadas concluye el 2 de julio.

El objetivo de este proyecto es reparar los daños producidos por las patologías detectadas en la techumbre de la iglesia, ocasionadas por el paso del tiempo. Los trabajos consistirán en la restauración de la cubierta existente, la sustitución de sus elementos constructivos y la mejora en el sistema de evacuación de agua, aunque también se repararán las diversas cúpulas y otros elementos que aparecen sobre las cubiertas.

La Iglesia de Santa María la Real forma parte del patrimonio histórico religioso de la ciudad de Badajoz. Está situada en la parte occidental del casco antiguo de la ciudad, dentro de lo que fue la judería pacense. El edificio ocupa el lugar de la antigua Iglesia de San Lorenzo, entre la plaza de San Agustín y la calle regulares Marroquíes.

El párroco de la iglesia, Julián Arroyo, manifestó a este diario que "se trata de una buena noticia, porque realmente la obra es urgente para evitar el deterioro del edificio", debido a las filtraciones de agua y otros problemas en las cubiertas. Explicó que el templo es uno de los que entró en el grupo que establece la comisión mixta Arzobispado-Junta de Extremadura y hasta el verano del año no se conoció los términos del proyecto, si bien el presupuesto barajado entonces superaba los 200.000 euros.

LAS IMAGENES La iglesia ha sido arreglada también en el interior, "hemos gastado mucho, se ha salvado el atrio, se ha pintado y se ha hecho una magnífica instalación de iluminación"; y la Junta "ha restaurado la imagen del Santo Entierro y está en espera la de la Virgen de las Lágrimas", según Arroyo, quien insistió en la necesidad de "acometer las cubiertas, con la techumbre y las cúpulas".

San Agustín ocupa el espacio de la antigua iglesia de San Lorenzo, en la que Gómez Hernández levantó en el 1523 la capilla de nuevo, y más tarde el convento de Santo Domingo en el mismo enclave, pero los dos claustros que tuvo se levantaron en el siglo XVII. En el XIX el convento se destina a cuartel y después se ubicó allí el colegio San Pedro de Alcántara. El arqueólogo Fernando Valdés dirige una investigación que restalta que fue la mezquita mayor de la ciudad.