NACIMIENTO PALENCIA, 1954, TRAYECTORIA LLEVA 25 AÑOS DEDICADO A UGT, SINDICATO QUE DIRIGE EN EUSKADI DESDE EL 2002

Vinculado desde hace más de 25 años al sindicato UGT, Dámaso Casado visitó ayer Badajoz para pronunciar una conferencia, en la que habló de la situación sociolaboral de Euskadi y del proceso de paz.

--Las encuestas dicen que el 67% de los vascos cree que la negociación con ETA está estancada ¿Qué piensa?

--Las estadísticas siempre reflejan cómo están las cosas. En cualquier proceso de negociación siempre hay luces y sombras, y en este momento estamos en la sombra, pero en una sombra muy oscura, sin embargo yo tengo una gran ilusión y una gran esperanza de que este nubarrón lo superemos y que llegue la luz. Las encuestas que se publican estos día se hicieron hace tiempo, si las hicieran hoy la situación sería peor.

--¿Qué está fallando?

--Antes del verano las cosas avanzaban a un ritmo normal, había un compromiso firme por parte del Gobierno, de ETA y de toda la izquierda abertzale de llegar a un acuerdo para acabar con la violencia y que se pudiesen integrar todos en la vida política, claro, todos aquellos que no hayan cometido delitos. Pero no se están dando los pasos suficientes, la banda terrorista sigue presionando con la kale borroka y el Gobierno también tiene que tomar decisiones y avanzar. El Gobierno en vez de estar en una situación ofensiva, y responder con claridad a lo que el Congreso le ha respaldado, está dando una imagen de estar a la defensiva, justificando más cualquier paso que da, ante las presiones fortísimas que está habiendo por parte de grupos contra el proceso, que en avanzar en la línea que la gran mayoría de la sociedad y los ciudadanos queremos.

--¿Cambiarían las cosas con el apoyo del Partido Popular?

--Seguramente hubiese habido muchos menos problemas, porque si todo el mundo político está de acuerdo, la banda terrorista y la izquierda abertzale tiene más debilidad, y en una negociación depende de las fuerzas que creas tener así actúas. En estos momentos el Gobierno está en una situación de debilidad porque tiene a una parte del poder judicial, que no está interpretando correctamente la ley, y por otra parte tiene grupos del PP y de la extrema derecha que están manipulando a un colectivo pequeño de las víctimas, y está muy presionado.

--¿Qué pasos hay que dar?

--Las leyes hay que cumplirlas, y si alguna no se adapta bien a la situación hay que cambiarla. Si quizás la banda terrorista dejase las armas y el mundo abertzale se comprometiese a trabajar dentro de las reglas del juego, la ley actual lo impide, con lo cuál habría que estudiar la modificación de la ley de partidos. También hay que cambiar la interpretación de la ley penitenciaria. El Gobierno es el que tiene todo el margen de maniobra para cumplir esa situación y sabrá en cada momento qué es lo que puede hacer, lo que sí está claro es que todo aquel que ha cometido un delito tiene que cumplir la ley.

--¿Será la negociación definitiva para conseguir la paz?

--Por lo menos hay un grupo grande que tenemos esperanzas y ganas de dar pasos. Hay un dato importante que no se debe olvidar: nunca en la historia de ETA ha habido más de tres años y medio sin ninguna muerte.