El Defensor del Pueblo ha admitido a trámite la queja presentada por la Asociación de Vecinos de Suerte de Saavedra por el mal estado de las aceras avenida Antonio Hernández Gil, una de las principales arterias de la barriada, con inumerables tramos levantados por las raíces de los árboles, con losetas sueltas y hundimientos.

Los vecinos decidieron recurrir a este órgano después de que varias personas se cayeran al transitar por estos acerados, algunas sufriendo lesiones de consideración, como el último residente que tropezó hace cuatro meses y tuvo que estar tres de baja para recuperarse de las heridas. El afectado presentó una reclamación de responsablidad patrimonial ante el ayuntamiento que, según los responsables de asociación, se admitió a trámite.

«Estamos contentos con la decisión del Defensor del Pueblo y esperamos que obligue al ayuntamiento a que actúe de una vez», señaló Antonio Chacón, que firmó la queja presentada ante Francisco Fernández Marugán en nombre del colectivo vecinal, del que es administrador.

Los afectados aseguran que llevan más de tres años reclamando al ayuntamiento que repare las aceras de la avenida Antonio Hernández Gil. «En Vías y Obras reconocen el problema, pero nos dicen que debe actuar Parques y Jardines para quitar los árboles, porque son las raíces las que han levantado el acerado», explican, al tiempo que lamentan que «se pasen la pelota de unos a otros» y nadie dé una solución.

Según cuentan, ellos mismos tuvieron que pedir a la policía local que colocase vallas donde se produjo la última caída para evitar nuevos accidentes. En este sentido, lamentaron que ni los responsables de la policía local ni la Fiscalía de Tráfico se impliquen en un problema que pone «en riesgo» la seguridad de los peatones. Los vecinos explican que las personas que utilizan silla de ruedas o llevan carritos de niños deben invadir la calzada para sortear las baldosas levantados o los tramos que están hundidos. Cuando llueve, según alertan es aún peor, puesto que el agua tapa los agujeros y la probabilidad de sufrir tropiezos es mayor.

En su escrito, el Defensor del Pueblo, además de comunicar que la queja se ha admitido a trámite porque reúne los requisitos establecidos, informa de que se ha iniciado ya el contacto con el ayuntamiento y que se dará cuenta al denunciante de la respuesta que se reciba, así como de los trámites que se sigan. Los vecinos aseguran que no van a cejar en su empeño de que los acerados se acondicionen. «No vamos a parar. Ya que tenemos el apoyo del Defensor del Pueblo, estamos dispuestos a acudir a la justicia», advirtió Chacón.

La asociación de vecinos explica que no solo en Hernández Gil hay acerados en mal estado, sino que esta situación se repite en otras muchas calles como Luis Fernández Andreu de Molina, Felipe Trigo, David de la Maya, Camilo José Cela y Olof Palme, entre otras. En algunas ha actuado el colectivo con sus propios medios, como en Luis Fernández Andreu, la calle donde se ubican la mayoría de los negocios del barrio, donde rellenaron los huecos de las losetas que faltaban con hormigón para evitar caídas a los transeúntes.

Ante esta situación, entre las propuestas que ha trasladado al ayuntamiento para que incluya en los proyectos que se desarrollarán con cargo a los fondos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi), además de un centro cívico, otro de mayores e instalaciones deportivas, piden la mejora y acondicionamiento de los acerados. Los responsables de la asociación vecinal entienden que esta última actuación tiene cabida en este plan, puesto que beneficia a las personas con movilidad reducida, uno de los aspectos que contemplan las directrices del mismo.