El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, ha remitido un informe a la Delegación del Gobierno en Extremadura en el que le sugiere que adopte las medidas necesarias de seguridad pública para acabar con las prácticas sexuales que se vienen sucediendo en los aseos de la estación de autobuses.

Le pide a la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, que intervenga "con el fin de hacer valer el interés superior de los menores" que puedan utilizar este espacio de la estación.

El Defensor ha tomado parte en este asunto tras la queja formulada por Antonio Chacón, el presidente de las asociaciones para la recuperación de Los Colorines y Suerte de Saavedra, que el pasado 18 de septiembre le remitió un escrito en el que le pedía amparo ante la negativa de la delegada del Gobierno.

Chacón denunció el problema de orden público que se había detectado en los aseos de caballeros de la estación de autobuses, "que eran utilizados algunos días hasta por 50 personas como lugar de encuentro sexual", algo que Carmen Pereira consideró que no era un delito.

Sin embargo, el representante vecinal fue más allá y se quejó en su escrito al Defensor que en esos aseos "no sólo entran adultos, también niños y jóvenes que nada tienen que ver con lo que allí se practica". En este sentido, considera que los menores "tienen sus derechos y el nuestro como padres es protegerlos de cualquier cosa que les pueda traumatizar".

El Defensor del Pueblo espera ahora que la Delegación del Gobierno ponga los medios para acabar con las conductas denunciadas "y se evite su repetición en el futuro".

LUGAR DE CITAS Pereira reconoció ayer que ha recibido la notificación de Múgica, aunque se limitó a decir que "ya actuaremos como creemos que debemos hacerlo y como es conveniente".

El trasiego de hombres y mujeres en los aseos de la estación de autobuses buscando practicar sexo sigue siendo constante a cualquier hora del día, "aunque es más frecuente a partir de las nueve de la noche", según reconoció ayer el director de la estación, Pedro Botello, quien aseguró sentirse "muy descontento con esta situación, que deteriora la imagen de la estación, que es un servicio público".

Desde que se hizo público el uso que algunas personas estaban haciendo de los aseos, la vigilancia policial en la estación se incrementó, "los policías vienen con más frecuencia, pasan por el baño, preguntan y se dan una vuelta, pero el problema continúa", señaló.

El director de la estación entiende, según dijo, que ésta "no es una práctica delictiva, pero crea problemas al resto de los usuarios, sobre todo si son menores". Las cabinas de los servicios son cerradas, "pero se escucha todo". Además, tiene constancia de que "en algún momento determinado algún usuario ha sido acosado".

Por ello, animó a los perjudicados a denunciar, "me parece estupendo que un ciudadano haya llegado hasta el Defensor del Pueblo". Pedro Botello no pide que se detenga a esas personas, porque no es un delito practicar sexo, "pero sí que se les moleste y la denuncia de la gente es una forma de presionar", señaló.

La estación de autobuses es uno de los lugares públicos señalados como lugar de cita para encuentros sexuales en algunos foros y páginas de internet, según su director, quien espera que se pueda encontrar una solución a este problema.