"Si históricamente somos de Badajoz, quién me va a quitar a mí el derecho de seguir siendo de Badajoz", defiende impetuoso el presidente de la Asociación de Vecinos de Sagrajas, Juan Manuel Municio, quien deja claro que él, como otros vecinos del poblado quiere seguir siendo de esta ciudad.

Sagrajas tiene 650 habitantes, Alvarado 300 y Alcazaba 270, poblaciones insuficientes según los presidentes de sus colectivos vecinales respectivos, para garantizar la autosuficiencia, a pesar de que existen ejemplos de municipios independientes de semejante o inferior tamaño. José Castro, presidente en Alcazaba, también lo tiene claro. En su asociación ni siquiera se han planteado la conversión de la pedanía en entidad local menor "porque no sería viable, no tendríamos recursos".

Juan Manuel Municio cree que sería impensable para la pedanía quedarse sin el transporte urbano que la une a la capital, donde tantas mujeres de Sagrajas se ganan el sustento en el servicio doméstico, "se echaría el pueblo entero encima de la asociación de vecinos". "Estudiamos y trabajamos en Badajoz y nos sentimos de Badajoz", recalca.

Manuel Palacios, presidente de la Asociación de Vecinos de Alvarado, también dice convencido que su poblado no está interesado en iniciar el proceso que otros han emprendido, "perderíamos todo lo que ahora nos da el ayuntamiento", dice y recuerda que no es la primera vez que se producen estos movimientos, lo que ocurre es que "la gente es muy cómoda y le interesa más pertenecer a una ciudad como Badajoz, con muchos más servicios". Palacios, sin embargo, reconoce, como otros muchos, que los poblados "están totalmente abandonados". "Nosotros, lo que tenemos que reivindicar es que nos traten como ciudadanos de Badajoz".