A pesar de que la escombrera ya ha desaparecido, el terreno está limpio y aún hay máquinas trabajando en la compactación y sellado, todavía hay particulares y transportistas que siguen acercándose a las Cuestas de Orinaza a depositar residuos. Dos vecinos del entorno acaban de ser denunciados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, cuyos agentes los sorprendieron in fraganti, después de recibir quejas de ciudadanos que alertaban de que siguen produciéndose vertidos ilegales en este espacio que la Junta de Extremadura está restaurando desde hace dos meses. Aunque se trata de una infracción administrativa, los responsables del vertido se enfrentan a sanciones de hasta 3.000 euros, según informó ayer la Guardia Civil.

En este caso, en un servicio encaminado a vigilar y controlar los vertidos de residuos en las Cuestas, los agentes detectaron la presencia de una furgoneta, de la que bajaron dos personas. Cuando la Guardia Civil llegó al sitio donde estaba sucediendo, ya habían depositado restos de muebles, juguetes y otros enseres, con la clara intención de deshacerse de ellos y abandonarlos en aquel lugar. Se trata de un vecino de la barriada de la Estación y otro del Gurugú. Los infractores alegaron que les habían comunicado que este espacio era usado por otros ciudadanos para abandonar residuos. Tras ser identificados, los agentes procedieron al correspondiente levantamiento de acta de constatación de los hechos. La multa a la que se enfrentan se sustenta en que han vulnerado el decreto 20/2011 de 25 de febrero que establece el régimen jurídico de la producción, posesión y gestión de residuos de construcción y demolición en Extremadura, además de la ordenanza municipal de Badajoz que regula esta actividad.

Estos últimos vertidos denunciados ya han desaparecido, porque el equipo que trabaja en la limpieza de la antigua escombrera sigue actuando y compacta cualquier montón de ripios que se vierta. Una cuadrilla de operarios con equipos de protección se encarga de retirar el material contaminante, como el amianto. Julio Rodríguez, portavoz de la Plataforma Badajoz sin Escombros, realiza un seguimiento diario de estos trabajos y asegura que ya no existen vertidos «a simple vista», pero ha constatado que siguen llegando particulares y camiones a verter residuos. Desde que denunciaron esta situación hace justo un mes a través de este diario, han percibido que se ha incrementado la presencia tanto de la policía local como de la Guardia Civil.

Rodríguez entiende que se hacen necesarias campañas de información a los ciudadanos para que sepan que existe un punto limpio en El Nevero, donde precisamente los vecinos ahora denunciados podrían haber depositado los restos de muebles y enseres que vertieron en las Cuestas de Orinaza.

También el Seprona recordaba ayer que todos los residuos de este tipo deben ser gestionados «de forma ordenada», transportados por gestores autorizados a puntos de acopio temporales o plantas de tratamientos finales. Pequeñas cantidades de ripios derivadas de obras menores, hasta un metro cúbico de volumen, pueden ser llevadas al punto limpio. Alertaba además de que cuando se depositan residuos en lugares no autorizados, normalmente en el extrarradio del casco urbano, se produce un «efecto llamada» para que otras personas hagan los mismo y se crean verdaderos vertederos ilegales. Desde la Plataforma Badajoz Sin Escombros van a incidir en denunciar ahora la existencia de este tipo de vertidos entre Llera y Las Vaguadas.