Casi un centenar de botellas vacías de cerveza se reparten por el suelo junto al Revellín de San Roque, en una explanada cubierta de matojos secos. Desde Amigos de Badajoz, Manuel Cienfuegos, denuncia el «estado lamentable» de este entorno, con el que se encuentran los turistas y visitantes que se acerquen a este lugar que, una vez rehabilitado, se adecuó como albergue juvenil y centro de asociaciones.

Cienfuegos ha denunciado también a través del blog de la asociación el «abandono» de otros elementos patrimoniales de la ciudad. Cita el Baluarte de la Trinidad, cuya obra de rehabilitación se estrenó en febrero. Recuerda que el 1 de abril realizaron una visita guiada y una semana antes avisaron al concejal responsable, Antonio Ávila, para que se limpiara, «dada la cantidad de basura y matojos que ya tenía acumulada». En la actualidad, «la imagen que muestra esta zona es de abandono». Cienfuegos hace extensiva esta queja a otras actuaciones realizadas en el patrimonio, que «sufren el mismo estado de desidia y dejadez», como el yacimiento arqueológico de la Alcazaba y el baluarte de San Pedro. De todo ello deduce que «la sensación de este abandono parece a propósito», para que el ayuntamiento pueda justificar la privatización del mantenimiento del patrimonio.