Los vecinos de la barriada del Corazón de Jesús dejarán de soportar este año los malos olores y las molestias que les causa la fosa séptica en la que vierten las aguas fecales, ya que la Comisión de Hacienda y Patrimonio aprobó ayer iniciar las expropiaciones que impedían iniciar la instalación de la red de saneamiento y la construcción de la depuradora de aguas residuales.

Esta obra, incluida en el Plan Director de Saneamiento que hará la empresa adjudicataria Aqualia y en la que se invertirá algo más de 1 millón de euros, podrá empezar a finales del verano y estará terminada antes de que finalice el año, ya que el plazo de ejecución es de cuatro meses, según aseguró ayer el portavoz del gobierno local, Francisco Javier Fragoso.

El proyecto se inició hace tres años pero la obra no se completó porque algunos de los propietarios afectados no concedieron el permiso de ocupación. El actual Plan General Municipal permite ahora hacer valer el interés general frente al privado. De los 14 propietarios afectados, el consistorio llegó a un acuerdo con 11 no así con 3, a los que ahora se les expropiará según las valoraciones que han hecho los técnicos municipales, aunque Fragoso no descartó que todavía se pueda llegar a un acuerdo con ellos.

Una vez se inicie el proceso de expropiación se abrirá un periodo de exposición pública y luego empezará la obra, que dará servicio a una población superior a los 500 habitantes por un periodo de 25 años.

Para ello, se instalará casi un kilómetro de tuberías de 500 milímetros de diámetro, se harán más de 12 pozos de registro y construirán una depuradora compacta de 600 metros cuadrados que irá enterrada, por lo que no habrá ningún tipo de impacto. "Será una obra importante desde el punto de vista medioambiental ya que el agua se evacuará en perfectas condiciones".

Para los vecinos ésta es un obra muy necesaria, ya que en 20 años será la primera depuradora de aguas residuales del Corazón de Jesús, un barrio situado en la margen derecha de la carretera de Badajoz a Villanueva del Fresno, en el kilómetro 8, que inicialmente lo formaba una sola calle perpendicular a la carretera en cuya cabecera se encontraba la ermita del Corazón de Jesús.

Con los años fueron surgiendo numerosas urbanizaciones alrededor con lo que la población ronda los 400 habitantes, por lo que las infraestructuras quedaron obsoletas. Las aguas residuales son recogidas en una fosa séptica que se limpia una vez a la semana, pero en verano suele rebosar, según Fragoso, por lo que hay que vaciarla diariamente, lo que ocasiona malos olores y hay riesgos de infección.

El proyecto inicial se ha modificado en algunos aspectos.