Los 52 eucaliptos que existían en la margen izquierda del Guadiana, y que ocultaban el río desde los bares de copas, han desaparecido. Los operarios encargados de cortar los árboles ultimaban ayer su tarea, y gracias a su labor, se recupera un paisaje inesperado y nuevo, pues la altura alcanzada por estos ejemplares obligaba a tener que imaginar el río por su sonido, no porque realmente se viese el agua.

Los empresarios de los locales se pusieron de acuerdo y a finales del pasado mes de septiembre presentaron una solicitud ante la Confederación Hidrográfica del Guadiana para cortar estos eucaliptos, petición que fue autorizada en un mes y posteriormente se iniciaron los trabajos, que ya ayer estaban prácticamente terminados, aunque resta la limpieza de la maleza que rodeaba los árboles.

Los 52 eucaliptos ocupaban un tramo que comprendía 250 metros aguas arriba del puente de Palmas y otros 50 metros aguas abajo. Los cortes han corrido por cuenta de los empresarios de los locales, a los que les ha costado la operación 3.000 euros. La empresa encargada se ha quedado además con la madera obtenida.

Aunque es cierto que la existencia de estos árboles podía causar molestias a los clientes que ocupan en verano las terrazas, porque caen hojas y por el polvo que soltaban, uno de los empresarios, Carlos Cayuela, relató ayer a EL PERIODICO que el verdadero motivo de esta decisión ha sido que la presencia de estos aucaliptos impedía ver el río "y ahora se ve".

Cayuela confirmó que los bares siguen cerrados y no volverán a abrirse hasta que, o desaparece de su espacio el botellón o hasta que no llegue el buen tiempo y puedan volver a instalarse las terrazas.