La Guardia Civil ha desmantelado una banda organizada que se dedicaba al robo de cable de cobre en instalaciones sensibles y estratégicas en la provincia de Badajoz, y ha detenido a tres de sus miembros, todos de Sevilla y con antecedentes, en el marco de la Operación Nene2016. Así lo explicaron ayer la delegada del Gobierno, Cristina Herrera; el jefe de la III Zona de la Guardia Civil, José Antonio Hurtado; y el de la Comandancia de Badajoz, José Martínez Martínez Rangel.

La banda cometió 15 robos entre el 23 de noviembre y el 5 de enero, y otro el día 7 en Andújar, haciéndose con 15 toneladas de cable valorado en 180.000 euros, que iban distribuyendo en pequeños lotes entre distintas empresas de desaguace y chatarrerías para no llamar la atención.

Los robos los cometían en instalaciones sensibles para la población, como son depuradoras de aguas residuales, estaciones de bombeo de agua potable, plantas fotovoltaicas, e incluso en bodegas de vino, siempre en poblaciones del entorno de la autovía A-66, para tener una fácil salida a través de esa vía rápida, explicaron Hurtado y Rangel.

El daño que provocaban en estas instalaciones causaba un grave perjuicio en las mismas tanto por su valor económico, estimado en unos 180.000 euros, como en los procesos de suministros de servicios esenciales, pues en ocasiones dejaron a varias localidades de la provincia de Badajoz desabastecidas de agua o de electricidad.

Herrera y los responsables de la Guardia Civil señalaron que la operación se inició a raíz de una serie de robos de cable de cobre en depuradoras de agua residuales ubicadas en distintos municipios de la provincia de Badajoz. En la primera fase del operativo, el equipo Roca de Zafra detectó movimientos de un grupo de personas, que se desplazaban desde Sevilla para perpetrar los robos. El dispositivo de vigilancia interceptó un vehículo en el que iban tres personas y transportaba cable de una planta fotovoltaica de Almendralejo. Aunque el conductor hizo caso omiso de las señalas de los agentes y emprendió la fuga, fue interceptado y se detuvo a dos de ellos; el tercero huyó a pie por el campo, pero fue localizado posteriormente en Sevilla. Y se encontró 900 kilos de cable de cobre, pasamontañas y herramientas para perpetrar los robos.

INVESTIGACIÓN / La Guardia Civil investiga aún en Sevilla la ubicación de centros gestores de residuos metálicos que presuntamente adquirieron el material sustraído a sabiendas de su procedencia ilícita; y busca a una cuarto miembro de la red, señaló Rangel.

«El modus operandi era siempre el mismo», explicó. Seleccionaban el lugar, evaluaban la seguridad, reconocían la zona, retiraban las cubiertas de plástico del cable para dificultar el conocimiento de su procedencia y aumentar el valor del material.

Una vez que se desplazaban desde Sevilla y perpetrado el robo, regresaban a sus municipios de residencia, ocultaban el material «a la espera del momento adecuado para venderlo, siempre de forma paulatina y en pequeños lotes, para llevarlo a los centros gestores de residuos».

Los robos se perpetraron en la zona de Monesterio, en Ribera del Fresno, Hornachos, Zafra, Almendralejo, Torremejías y Arroyo de San Serván, en algunas, en más de una ocasión. Así, los detenidos junto con las diligencias fueron puestos a disposición de la autoridad judicial en los juzgados de Sevilla.