La presencia de miles de personas apostadas a lo largo de todo el recorrido del desfile de las dos banderías, marwan y omeya, que primero luchan y luego pactan la fundación de la ciudad de Badajoz, confirma que éste es un elemento participativo de la fiesta de primer orden, junto con el espectáculo central que muestra y explica las circunstancias históricas que llevan a Ibn Marwan a independizarse del emir de Córdoba.

Este desfile marca el ecuador de la fiesta, que comenzó la tarde del pasado viernes con la apertura de un mercado árabe, con más de 60 puestos.

La fiesta, que este año está en manos del director de Arán Dramática, Eugenio Amaya, en su faceta espectacular, en cuanto al montaje teatral central y de calle, mantiene las esencias de su origen, conmemorar y dar a conocer la fundación de Badajoz en siglo IX, con el fin de divulgar la historia de la ciudad y mejorar su autoestima, a la vez que sirve para reivindicar la puesta en valor de su patrimonio histórico artístico, fundamentalmente árabe, como pretendió Amigos de Badajoz en su día.

REGATA EN EL RIO La representación comenzó hacia las siete de la tarde, con una regata símbolo del enfrentamiento de las banderías marwan y omeya, que fue seguida desde el embarcadero y los puentes de Palma y de la Autonomía por un público muy numeroso. No hay que olvidar que el río Guadiana es una de las reivindicaciones de los colectivos que participan en este evento, junto con la alcazaba.

El desfile se puso en marcha en el paseo fluvial y recorrió su itinerario con paradas en la plaza de La Soledad, en la calle San Juan y en las plazas Alta y San José, con actuaciones, para representar el Asedio de Alange, la recreación de un hecho histórico de capital importancia en la fundación de Badajoz, como es el asedio de tres meses del emir a Marwan, que "tuvo que someterse y solicitar la amnistía, y como se quejara de las cargas y dificultades que le opusieron en Córdoba, obtuvo autorización para establecer en Badajoz, que entonces era una aldea", según texto de Sánchez Albornoz.

El desfile culminó en la plaza Alta, de la que la comitiva omeya marcha a la de San José, su campamento, mientras los partidarios de Marwan subieron a la alcazaba para escenificar el citado asedio, que culminó con la autorización de Muhammad I para fundar Badajoz.