Esta semana la Facultad de Medicina se conectaba con el Centro de Cirugía de Mínima Invasión a través de un aula virtual que permitirá a los estudiantes y profesores de la facultad participar en cursos e intervenciones que se realicen en Cáceres. Las posibilidades son tales que hacen pensar en porqué ese centro, que cuenta con más de 300 colaboradores nacionales e internacionales, no se ha conectado hasta ahora con la que debía ser una prioridad, la facultad hermana. Ambos forman parte de la universidad, aunque la realidad insista en demostrar lo contrario. ¿A nadie se le había ocurrido hasta ahora? ¿es esta situación un ejemplo más de lo que se puede esperar de una universidad dividida?, o ¿hay que ser positivos y destacar que es capaz de encontrar y aprovechar sinergias, y más vale tarde que nunca?

El CCMI es una referencia mundial y, como dijo su director, es la región la primera que debe beneficiarse, pero no ha sido así hasta ahora, ¿por desidia, desinterés? Desde luego se ha puesto de manifiesto que lo que es riqueza se ha mostrado como carencia, y que solo cuando alguien se ha puesto a trabajar para lograr lo que debió ser una obviedad, es hoy una realidad.