Con mucho frío pero con ilusión se vivió ayer en Olivenza la novillada matinal. Ayudó la presentación y el comportamiento de varios de los novillos de Fernando Peña, que sacaron lo mejor del encaste Núñez, especialmente ese tranco de más en su embestida.

El novillo que abrió plaza no humilló en los dos primeros tercios pero se movió en la muleta del francés Andy Younes, aunque pedía mando por su tendencia natural a soltar la cara al final del muletazo. Faena de muchos pases y pocos para el recuerdo, al final prodigando los circulares. Oreja.

Blandito pero de dulce embestida el cuarto. Younes estuvo con él con suficiencia, corriendo bien la mano, vertical en su puesta en escena. Faena de largo metraje, con fuerte petición, que no atendió el presidente.

Nada dulce era la embestida del primero de Juanito, portugués formado en la Escuela de Badajoz. Novillo con un molesto derrote al final de su embestida. Había que estar firme con él y lo estuvo el torero. Faena larga y a más, asentado, pasándose cerca al de Fernando Peña, destacando series en redondo con la diestra de mano baja y mucho mando. Oreja.

Todavía mejor servido fue Juanito con el quinto, de mucho cuajo y gran clase. Lo toreó con suavidad, respondiendo a ese tranco de más. Tandas ligadas por ambos pitones, llevándolo largo. Se fue tras la espada y redondeó con otro trofeo.

GRAN NOVILLO / En esos Núñez de leyenda, con ese rebosarse en la embestida, estaba el tercero. Gran novillo, al que cuajó Antonio Medina con el capote, que maneja con soltura. Trasteo largo, dando sitio y corriendo bien la mano. Series intensas, con temple y ligazón, puesto en el sitio. Gran estocada pero perdió el segundo apéndice con el descabello.

De gran cuajo era el que cerraba. Prometía de salida en el capote del extremeño, pero se vino a menos en el último tercio. De tarda embestida, el de Jerez de los Caballeros le arrancó la oreja tras una faena larga, al final en terreno de cercanías.