Fue sobre la 1.45 horas de la madrugada del lunes cuando la policía local recibió aviso de que unos menores se encontraban solos en una vivienda de la barriada de Las Moreras. Cuando los agentes se desplazaron hasta el domicilio, encontraron a tres niñas, de 13, 5 y 3 años. La mayor de las hermanas les contó que su madre se había marchado de casa como solía hacer todos los fines de semana para salir «de marcha», dejándolas solas. Asimismo, las niñas aseguraron a los policías que su madre les «pegaba cuando hacían las cosas mal».

Después de trasladar a las hermanas al Centro de Menores San Juan Bautista por la situación de «desamparo y posibles malos tratos» en la que se encontraban, la policía local trató de contactar con la madre llamándola por teléfono. Cuando finalmente contestó, al ser preguntada por el lugar en el que se encontraba, trató de engañar a los agentes, asegurando que estaba en su domicilio. Los agentes le explicaron que se habían hecho cargo de sus hijas y la citaron en la comisaría de la Policía Nacional.

Según informaron ayer fuentes policiales, la mujer, de 31 años, acudió a la comisaría, donde se constató que su habla era «pastosa» y que desprendía un fuerte olor a alcohol. La joven, según la policía local, trató de nuevo de engañar a los agentes, al intentar justificar su ausencia del domicilio familiar explicando que había ido a una farmacia a comprar unos medicamentos, hechos que los agentes pudieron confirmar que eran falsos al comprobar que no había visitado el establecimiento al que se refería «en toda la noche».

Por todo lo sucedido, la madre quedó detenida acusada de un presunto delito de abandono de menores y de malos tratos en el ámbito familiar.