La Policía Nacional de Badajoz, en colaboración con agentes de Vigilancia Aduanera de Badajoz, detiene a dos mujeres bolivianas por tráfico de drogas.
Según la agencia Europa Press, el arresto se produjo el día 18 de junio y concluye así una investigación iniciada a principio de mes de un paquete postal procedente de Sudamérica, que contenía 5.215 gramos de cocaína.
El paquete fue remitido a un persona con domicilio en Argentina, aunque el envío procede de una empresa Uruguay.
El destinatario era un extranjero de nacionalidad boliviana, expulsado de este país desde hace cuatro meses, por lo que tras realizar numerosas gestiones los agentes identificaron a la receptora como la pareja sentimental, que reside en Badajoz, en la misma calle y mismo número que figuraba en el paquete, si bien el piso no coincidía.
Finalmente, se pudo detener a esta mujer, previa detención de otra ciudadana de nacionalidad boliviana que fue personalmente a la oficina principal de Correos de Badajoz a recoger el paquete en cuestión.
Una vez abierto el paquete en sede judicial se pudo descubrir que la sustancia intervenida que dio positivo en cocaína, venía oculta, por un lado en los laterales de un portafolios de piel, perfectamente cosidas sus costuras, y en el interior de una manta de juego de bebé, igualmente selladas muy bien sus costuras.
La cocaína llegaba dispuesta en finas planchas prensadas, unas con otras, de tal manera que había ocho paquetes envueltos cada uno de ellos en plásticos plateados. Arrojaron cada una de ellas un peso que oscilaba entre los 700 y 800 gramos, con un peso total bruto de 5.215 gramos.
Las detenidas son dos mujeres, de nacionalidad boliviana, que responden a las iniciales de N.S.B. de 23 años, y R.B.G.C. de 31 años. La segunda se encontraba en situación ilegal en España, por lo que se le ha incoado el correspondiente expediente de expulsión.
Tras la tramitación de las oportunas diligencias policiales, las detenidas junto con los objetos mencionados fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número Uno de Badajoz, cuya titular decretó el ingreso en prisión de una de ellas, la más joven, y la puesta en libertad con cargos de la otra.
