Miembros de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de la Policía Nacional detuvieron el pasado jueves a un ciudadano búlgaro de 58 años, Emil Todorov G., que introdujo en Badajoz a una treintena de ciudadanos búlgaros a cambio de cobrarles 300 euros a cada uno de ellos.

El detenido, que se encuentra en el centro penitenciario de Badajoz como presunto autor de varios delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, ofrecía a sus compatriotas regularizar su situación en España, así como proveerlos de trabajo y alojamiento, todo ello a cambio de dinero. Las víctimas, según fuentes de la Policía Nacional, eran captadas en Vidin, una pequeña ciudad de Bulgaria donde el detenido era muy conocido porque regentaba una escuela de idiomas.

Captaba, principalmente, a personas jóvenes, estudiantes en su mayoría, que venían a España pensando que iban a tener mayores posibilidades laborales, así como a personas de cierta edad a los que engañaba haciéndoles creer que tendrían en España una vida mejor que la que habían tenido hasta el momento en su país.

ANUNCIOS DE TRABAJO El detenido procedió a introducirlos en grupos pequeños, que llegaban hasta Badajoz en diversas líneas de autobuses y los alojaba en pisos que alquilaba en la ciudad. Luego intentaba encontrarles un trabajo a través de anuncios insertados en una conocida revista quincenal, "sin preocuparse de regularizar su situación". Por todo ello les cobraba dinero.

Emil Todorov cambiaba constantemente de domicilio, así como de número de teléfono móvil, y alternaba su estancia en España con largos periodos de tiempo en Bulgaria, con lo que siempre conseguía encontrarse en situación legal.

Tras varios meses de investigación, la policía procedió a su detención el pasado 30 de diciembre. Fue localizado un día después de haber intentado introducir en Badajoz a cuatro búlgaros más. En este caso se trataba de dos matrimonios de unos 50 años, a los que había alojado en una vivienda de la zona centro de la capital pacense, del que solamente salían para ir a comer a un comedor social, ya que no conocían a nadie en la ciudad, ni tampoco el idioma.

La Policía Nacional declaró a EL PERIODICO que no se ha incoado expediente de expulsión a ninguno de los búlgaros localizados porque se encuentran dentro del plazo legal y pueden permanecer en el país en condición de turistas. Aunque se tiene constancia de que ha introducido a 30 inmigrantes, la policía sospecha que son más.

ANTECEDENTES Fuentes policiales afirmaron que este tipo de delitos relacionados con la inmigración ilegal se han incrementado en la provincia, como demuestra otros casos recientes, aunque Badajoz no es de las ciudades españolas donde el incremento sea significativo.

El pasado mes de octubre el Cuerpo Nacional de Policía logró desarticular una organización dedicada a introducir ciudadanos rumanos con la detención de un rumano de 39 años que consiguió traer a un grupo de 25 compatriotas hasta Badajoz, tras cobrarles 250 euros a cada uno de ellos.

Los rumanos fueron captados a través de un anuncio en dos periódicos locales, en los que se les ofrecía un contrato de trabajo y una vivienda, además de un salario de mil euros mensuales en la recogida de la uva y la aceituna, pero al llegar a Badajoz sus sueños se desvanecieron, se dieron cuenta del engaño y denunciaron los hechos a la policía.

Con anterioridad, el 30 de septiembre del pasado año, la asociación de inmigrantes Todos Iguales, Todos Legales denunció un caso similar ante el Juzgado de Instrucción número 3 de la capital pacense.