Envió cuatro fotografías suyas en ropa interior a un amigo y las imágenes terminaron difundiéndose sin su consentimiento a través de una aplicación de mensajería instantánea y una red social. Tres jóvenes de entre 14 y 16 años han sido detenidos por la Policía Nacional por divulgar estas fotografías, que provocaron que la chica que aparecía en ellas, de 14 años, se sintiera acosada por otros compañeros del centro educativo en el que estudia.

Los tres jóvenes, que están acusados de un presunto delito de revelación de secretos, fueron puesto en libertad tras tomarles declaración y el caso ya está en la Fiscalía de Menores de Badajoz, según confirmaron ayer fuentes de la Jefatura Superior de Policía. Además de que uno de los chicos utilizó una de las imágenes íntimas de la adolescente en un perfil de una red social, en ésta se realizaron comentarios usurpando la identidad de la víctima, por lo que fue «recriminada» por varios compañeros. Los agentes, según se informó ayer, aún están investigando quién simulo ser la joven en internet.

Las imágenes comenzaron a circular a finales del mes de enero y el pasado 10 de febrero, acompañada por sus padres, la joven que aparecía en los mismos, viendo lo que estaba ocurriendo, denunció los hechos en la comisaría.

La divulgación o difusión de imágenes de contenido sexual o erótico sin consentimiento de la víctima se conoce como sexting y, según fuentes policiales, no es habitual, al menos en la capital pacense, que sean menores quienes se vean implicados en este tipo de delitos.

La Policía Nacional recordó ayer que, aunque en su origen la persona que aparece en este tipo de fotografías o vídeos hubiera aceptado voluntariamente que se captaran o grabaran, su difusión, revelación o cesión a terceros sigue considerándose un delito.

Para tratar de prevenir que los menores se vean involucrados en este tipo de hechos, la Policía Nacional quiso lanzar una serie de consejos para padres y tutores, con el objetivo de facilitar la comunicación con los jóvenes y prevenir «riesgos». En este sentido, se recomienda que estén informados de los riesgos de producir o reproducir sexting, a través de las charlas que se ofrecen en los centros educativos sobre las nuevas tecnologías.

Esta práctica se ha popularizado debido al fácil acceso y rapidez de las nuevas formas de comunicación a través de aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales, por lo que es importante tener muy presente las consecuencias que puede conllevar: «una imagen comprometida, una vez que sale del teléfono o es subida a las redes sociales, ya no tiene vuelta atrás», advierten los responsables policiales. Así, su rápida difusión y viralización hace que en poco tiempo se «pierda el control» sobre cualquier imagen o vídeo, que se pueden utilizar para fines distintos a los iniciales y que pueden causar en las víctimas problemas de autoestima, daño a su imagen, desórdenes emocionales y psicológicos o exclusión social, entre muchas otras consecuencias adversas.

Por ello, la Policía Nacional insiste en la necesidad de que los menores sean conscientes de que una imagen publicada en internet es «muy difícil» de eliminar y serán muchas las personas que tengan acceso a la misma.

Además, los jóvenes también deben saber que la imagen es un dato personal cuyo uso está protegido por la ley, por lo que no se puede utilizar sin el consentimiento de la persona implicada, como ha ocurrido presuntamente con los tres jóvenes detenidos por sexting. Así, la policía recalca que recibir o tomar una imagen de alguien no da derecho a distribuirla, aunque se haya consentido tomarla.

Por último, la Jefatura Superior de Policía recuerda que la ley actúa «siempre», también con las personas menores de edad y en los delitos que se comenten a través de internet. Asimismo, les insta a que no participen en este tipo de hechos, los respalden u obvien. «Cuando el sexting deriva en humillación y acoso colectivo, la víctima sufre un daño enorme. Si lo promueven y jalean son responsables. Y si callan, su silencio ayuda a quien acosa».