Durante toda la mañana de ayer hubo colas en la catedral para besar las manos de la imagen de la Virgen de la Soledad, a la que sus devotos pudieron observar muy de cerca, porque en otras ocasiones esta ofrenda se realiza a distancia, con una medalla sujeta a una larga cinta que llega a la Virgen. La Patrona volverá mañana a su ermita.