Quien guarda, halla. Eso debió pensar el cacereño José Bohoyo cuando encontró el cheque regalo por valor de 150.000 pesetas de El Corte Inglés que extravío hace la friolera de 20 años y que esta misma semana le han validado y canjeado para que realizara compras en el centro comercial por los 901,52 euros que corresponden al cambio de moneda.

La curiosa historia comenzó en 1995. Entonces, por cumplir los objetivos de ventas, la central del concesionario de vehículos donde José trabajaba lo premió con este cheque. Cuando lo recibió su esposa acababa de fallecer y el cheque se traspapeló. "Lo estaba pasando muy mal y lo guardé pensando que ya se gastaría. Casi me olvidé de él", recuerda José. Varios años después le vino a la cabeza, lo buscó, pero no hubo forma de dar con él y lo dio por perdido. Reconoce que es "muy amigo de conservar papeles" y hace unos días revisando unos documentos encontró un sobre que le resultó familiar: dentro estaba su cheque regalo.

Desde el principio, estaba convencido de que se lo canjearían porque al examinarlo se percató de que no tenía fecha de caducidad. Su hija Carmen Bohoyo fue "más cauta" y antes de pensar en disfrutar de una jornada de compras, decidió ponerse en contacto con la firma para informarse sobre su validez. Primero habló con Madrid y desde allí la remitieron al centro de Badajoz, donde no le pusieron ningún impedimento para realizar el canje.

El Corte Inglés comenzó a emitir estos cheques regalo al portador --a los que ahora sustituyen las tarjetas-- en la década de los 70. "Como toda la moneda de El Corte Inglés no caduca y su valor siempre está vigente", explica Miguel Luna, responsable de Comunicación. El cheque que recibió José tenía algunas restricciones, pues no se podía utilizar ni en el supermercado ni en el estanco, pero esas limitaciones han quedado invalidadas. Luna dice que es la primera vez que en el centro de Badajoz se canjea un cheque tan antiguo "y de esa cantidad".

José quiso repartir el dinero entre sus hijos y su actual pareja y los 901,52 euros se dividieron en 4 tarjetas. "Serán los nietos los que elijan y seguro que no tienen problema para gastarlo fácilmente", comentaba Carmen antes de iniciar la jornada de compras con la familia. "Estamos muy contentos, el dinero siempre viene bien y encantados de poder gastarlo", aseguraba. Las nuevas tarjetas tampoco caducan, pero los Bohoyo no quería dejar pasar otros 20 años.