La Diputación de Badajoz cerró la cuenta general de 2016 con un remanente de tesorería de 58,05 millones de euros, cantidad que no puede utilizar para promover el desarrollo económico y de empleo en los municipios, porque lo impide la Ley estatal de Estabilidad Presupuestaria, según manifestó ayer el diputado de Economía, Manuel Borrego. La cuenta general se llevará al pleno del próximo viernes.

Destacó Borrego el balance económico, pues además del remanente, no hay déficit en las entidades de la diputación y el grado de ejecución del presupuesto fue del 90%. La deuda financiera de la administración ha pasado de 18 millones al inicio de la legislatura a 5 a final de 2016, con la previsión de liquidarla al 31 de enero de 2018. Asimismo, el plazo medio de pago a proveedores es de 3 días. Además, el Plan Económico y Financiero de la diputación se cumplió a 31 de diciembre pasado.