Consternación, dolor y desconsuelo fueron los sentimientos que embargaron a los cientos de personas que acudieron ayer a los funerales por los tres jóvenes fallecidos en el accidente de circulación ocurrido la madrugada anterior, cuando el coche en el que viajaban cayó desde el puente de la Universidad hasta el lecho del río Guadiana, a unos ocho metros de altura. La noche anterior, el alcalde de la ciudad, Miguel Celdrán, acudió al tanatorio para dar el pésame y acompañar a los familiares de las víctimas. Además, el ayuntamiento declaró la jornada de ayer como día de luto oficial y suspendió todos los actos públicos previstos.

La policía local confirmó ayer que el exceso de velocidad fue la causa del accidente en el que murieron los tres jóvenes el miércoles, aunque aún está por terminar el informe completo.

Los sepelios se celebraron cada uno a una hora distinta y en las parroquias que corresponden a las zonas donde viven las familias, pero los tres fueron enterrados en el cementerio nuevo.

Muchos de los asistentes eran jóvenes, amigos, compañeros y conocidos de los fallecidos. En todos los casos llenaron los templos y en algunos, como en el de Soledad Escudero, de 17 años, y el de Antonio José Carmona, de 26, los gritos y llantos de sus familiares se contagiaban de unos a otros.

El de Soledad fue el primero de los tres sepelios, a las 10.30 horas en la iglesia de la Santísima Trinidad, a la que acudió el coche fúnebre cargado de corona y ramos de flores. Nada más sacar el febrero del coche los amigos y familiares llenaron el templo y los tres sacerdotes oficiantes les dieron la bienvenida. Uno de ellos manifestó el sentir generalizado al decir que "Soledad nos deja consternados".

Los padres parecían no entender la muerte de su hija y los hermanos más pequeños --eran cinco-- tuvieron que ser atendidos por adultos fuera de la iglesia, embargados por el dolor.

Media hora más tarde llegaba el furgón funerario a la parroquia de San Juan Macías con el cadáver de Zebensui Martín García, de 25 años. También con más de un centenar de personas acompañando a su madre --era hijo único y su padre vive en Canarias-- y a los demás familiares. Los jóvenes eran también muy numerosos y también aquí oficiaron tres curas.

Uno de los concelebrantes expresó con palabras el sentir de los presentes: "La muerte de Zebensui nos ha dejado desconcertados". Al sepelio asistieron los concejales Elisa Gómez, María Angeles Martín de Prado y Antonio Avila.

El último funeral de la jornada fue el de Antonio José Carmona, en la iglesia de San Engracia, en la UVA, minutos antes de las seis de la tarde, que se quedó pequeña para albergar a todos los asistentes, que a la salida llenaban también la plaza.

Los padres y los cuatro hermanos del fallecido, que era el hijo mayor, apenas podían contener su dolor cuando los amigos del joven metieron el féretro en la iglesia entre gritos y llantos. En esta ocasión oficiaron el sepelio dos sacerdotes.

Varios amigos y vecinos de los jóvenes fallecidos afirmaron que habían salido juntos a tomar una copa y que volvían a casa cuando se produjo el accidente.

LA JOVEN HERIDA, ESTABLE Por otro lado, la joven Carmen Alcalde M., de 22 años, que resultó herida de gravedad en el accidente, permanecía ayer en la UCI sedada, entubada, asistida con ventilación mecánica y consciente, sin que se hubieran producido cambios en su estado respecto al día anterior; seguía estable dentro de la gravedad, según el último parte del SES.